Por cuenta de un incendio, la ciudad de Nueva Delhi, en India, vivió serios momentos de tensión.Las llamas, que iniciaron al interior de una tienda de telas, se extendieron rápidamente a negocios vecinos. Decenas de bomberos llegaron al lugar de la emergencia para contener la conflagración de la que se desprendían columnas de humo.Las autoridades no han revelado aún si hay víctimas y se desconoce la razón que desató el incendio.
Cinco policías fueron suspendidos en India por la manera en que investigaron la violación en grupo y el asesinato de una mujer de 19 años, que conmocionó al país y provocó varios días de protestas.La joven fue encontrada gravemente herida a mediados de septiembre a las afueras de su aldea, en el estado de Uttar Pradesh, en el norte de India, y murió esta semana en un hospital de Nueva Delhi.La policía, que arrestó a cuatro hombres de una casta superior por violación en grupo y asesinato, fue muy criticada por su decisión de incinerar el cuerpo de la mujer en plena noche, al parecer usando gasolina, en contra de los deseos de su familia y de la costumbre religiosa.Un policía de alto rango provocó aún más indignación el jueves al afirmar que un informe forense y una autopsia habrían demostrado que la mujer no había sido violada.Esto contradice las declaraciones de la víctima y de su madre y los hechos constatados en el hospital, según la prensa. Según los expertos, la prueba forense de la policía se llevó además a cabo demasiado tiempo después del ataque.(Otras noticias: Recordado actor fue víctima de violento ataque mientras caminaba por Nueva York)El primer ministro de Uttar Pradesh, Yogi Adityanath, anunció el viernes por la noche la suspensión del jefe de policía del distrito de Hathras y de otras cuatro personas.Este monje hindú y aliado cercano del primer ministro Narendra Modi también anunció que la familia de la víctima y los policías acusados y suspendidos se someterían a pruebas de detección de mentiras y test de drogas.El viernes alrededor de 500 personas, incluido el ministro principal de la capital y un destacado político dalit, se manifestaron de nuevo en el centro de Nueva Delhi para exigir justicia.
El bloqueo de las vías de Gurugram, cerca de Nueva Delhi, para frenar la propagación del coronavirus, no fue impedimento para Jyoti Kumari.Ella necesitaba llevar a su papá hasta el estado de Bihar, a más de mil kilómetros de distancia, para buscar atención médica.Tomó su bicicleta y con él, que iba sentado en la parte de atrás sosteniendo sus pertenencias, recorrió 1.200 kilómetros en siete días."Venimos de Gurgaon (como también se conoce la región). Mi padre tuvo un accidente, así que no lo pensé dos veces y lo traje con mi bicicleta", dijo la menor de 15 años.El arduo viaje con su padre en bicicleta fue noticia. Su resistencia llamó la atención de la Federación de Ciclismo de India, que le ofreció a Jyoti la oportunidad de una prueba para integrar el equipo del país.Incluso la hija del presidente de Estados Unidos, Ivanka Trump, elogió los esfuerzos de la menor.“¡Esta hermosa hazaña de resistencia y amor ha capturado la imaginación de los indios y la federación ciclistica!”, trinó Ivanka.Jyoti dijo que quería continuar con sus estudios y la federación le ofreció ocuparse de su formación.Ahora se espera que viaje a Nueva Delhi después de que se levanten las restricciones en el país.
Las autoridades de ese país demuestran toda su creatividad a la hora de evitar los contagios. La Policía de Nueva Delhi, capital de la Inda, se ingenió una particular manera para concientizar a las personas obre los riesgos del nuevo coronavirus COVID-19. Con trajes blancos protectores y cascos en forma del virus, recorrieron varias calles de la ciudad anteriormente mencionada. Esta campaña es un intento de ese gobierno para convencer a esas personas de poner en práctica los protocolos sanitarios y así evitar los contagios del virus. Se une a la que se realizó en la ciudad de Tamil Nadu, en la que las autoridades sanitarias metían en una ambulancia con un supuesto contagiado con coronavirus a las personas que violaban las medidas de bioseguridad. Hasta la mañana del 28 de abril de 2020 en la Inda se habían presentado 29.974 contagios de COVID-19 y 937 muertes a causa del virus.
Se presentó durante la madrugada de este domingo en un barrio antiguo y sobrepoblado de la capital de India. Fueron rescatadas 58 personas. Dentro de la edificación dormían algunos empleados. Las familias devastadas contaron que hacia las cinco de la mañana recibieron llamadas de los obreros que suplicaban que les liberaran de las llamas en el barrio comercial de Sadar Bazar, un gran mercado de venta al por mayor poco iluminado. Las víctimas son "obreros que dormían en el interior del edificio de cuatro o cinco pisos", dijo a la AFP Sunil Choudhary, jefe adjunto de los bomberos de Nueva Delhi. El edificio albergaba varias unidades de producción en las que se fabricaban mochilas escolares y material de embalaje, lo que agravó el incendio, afirmaron responsables indios. Las autoridades locales anunciaron un balance de 43 muertos. La Policía y los Bomberos afirmaron que al menos 58 personas habían sido rescatadas. Asfixiadas "Durante el incendio, las personas no sabían cómo salir", contó Mohammed Khalil, un testigo. "La mayoría de las personas que murieron estaban durmiendo cuando comenzó el incendio y fallecieron asfixiadas", explicó Monika Bhardwaj, comisaria adjunta a cargo de esta zona del norte de Nueva Delhi. En numerosas ciudades indias, las fábricas y talleres se sitúan en barrios antiguos y modestos, donde los alquileres tienen precios asequibles. Por la noche, los trabajadores más pobres duermen en sus lugares de trabajo. Muchos de estos empleados son migrantes y esto les permite ahorrar dinero. Los vecinos de la zona llamaron a los servicios de emergencia al ver el fuego. Los bomberos tuvieron dificultades para acceder hasta las personas atrapadas por las llamas, debido a la estrechez de las callejuelas que rodean el mercado. Cerca del lugar del drama, en el exterior de una morgue, familiares de las víctimas acudieron para identificar los cadáveres. "Esta tragedia era inevitable", afirmó Naushad Ahmad, que buscaba a un amigo desaparecido. "Solo había una entrada y salida en el edificio, y todos los contadores de electricidad estaban instalados cerca de la puerta principal. La gente no tenía ninguna oportunidad de salir", añadió. Migrantes Otras personas presentes seguían sin tener noticias de sus familiares. "No sé si están vivos o muertos", explicó Noorjehan Bano, que esperaba cerca de un hospital. Su padre y su cuñado trabajaban y vivían en la fábrica. Varios allegados de las víctimas afirmaron a la AFP que la mayoría de los obreros eran migrantes provenientes del estado indio de Bihar, una de las regiones más pobres del país. Algunos cobraban solo 1.000 rupias al mes (14 dólares), añadió. Todavía se desconocen las causas de este incendio mortal, el peor ocurrido en Nueva Delhi desde la muerte de 59 espectadores en un cine en 1997, afirmaron las autoridades indias. Pero el director de los servicios de incendios de la ciudad afirmó a la agencia Press Trust of India (PTI) que el lugar no respetaba las normas antincendios. La desorganización y la ausencia de medidas de seguridad a la hora de construir y de trabajar provocan a menudo estos accidentes. Este incendio es "particularmente atroz. Tengo en el pensamiento a aquellos que han perdido a sus seres queridos", declaró el primer ministro Narendra Modi en Twitter. "Las autoridades están brindando toda la ayuda posible en el lugar de la tragedia", agregó.
Al menos 17 personas fallecieron debido a la conflagración en un hotel del centro de Nueva Delhi. El fuego se declaró en el Hotel Arpit Palace, situado en un barrio denso y céntrico de la ciudad, y arrasó el último piso. "Confirmamos con las autoridades del hospital que el balance es ahora de 17 [muertos], incluido un niño", declaró Sunil Shudhary, un responsable de los Bomberos. El incendio fue controlado al cabo de varias horas y 35 personas fueron rescatadas por los bomberos. Según la prensa local, una mujer y un niño murieron al intentar salvarse saltando por la ventana. "Había paneles de madera en los pasillos, por lo que la gente no pudo utilizar los pasillos para salir", indicó otro responsable de los bomberos a la prensa. Los incendios accidentales son muy corrientes en India, a causa de una deficiente normativa de seguridad y la ausencia de controles. En diciembre, ocho personas murieron y más de un centenar resultaron heridas en un incendio declarado en un hospital público de Bombay (oeste).
Raphael Samuel dice que no les debe nada porque “nací del fruto de su alegría y placer”. Aunque el hombre, de 24 años, señala que la relación con sus padres es “buena y con mucho diálogo”, los demandó porque “yo no pedí venir al mundo”. “Amo a mis padres y tenemos una gran relación, pero ellos me tuvieron por su alegría y su placer. Mi vida ha sido asombrosa, pero no veo por qué debería haber pasado una vida en la que tuve que ir al colegio, conseguir una carrera, cuando no lo pedí”, dijo Samuel en entrevista con The Print. El joven asegura que el objetivo de la demanda es “hacer conciencia de que los niños se convierten en juguete de entretenimiento de los progenitores”. El sujeto, quien también es youtuber, vive en Nueva Delhi, India, y hace parte de un movimiento antinatalista, el cual busca que los residentes de ese país frenen el “aumento excesivo de población”. “La procreación es el acto supremo del mal”, dice Samuel a través de su perfil en Facebook, donde usa una barba falsa y gafas para sus videos. En este video explica por qué demandó a sus padres:
Una mujer también murió debido al colapso, mientras otras 12 personas resultaron heridas. Ocurrió en Nueva Delhi. El accidente se produjo hacia las 9:25 a.m., hora local, en el área de Sawan Park, en el noroeste de la capital, indicó el jefe de zona de los servicios de Bomberos capitalinos, Atul Garg. Según la fuente, varios equipos médicos y de bomberos se desplazaron de inmediato al lugar, donde en las primeras horas localizaron con vida a doce personas, que fueron trasladadas al hospital más cercano. Sin embargo, durante el transcurso de las labores de rescate, en las que colaboraron decenas de vecinos que ayudaron con troncos de madera a evitar que muros aún en pie se derrumbaran, se confirmó la muerte de cuatro niños y una mujer, explicó Garg. Derrumbes son frecuentes en la India, a menudo debido al precario estado de las infraestructuras y la falta de mantenimiento, factores alimentados por la corrupción y prácticas ilegales que dominan el sector de la construcción. En uno de los accidentes más recientes, ocurrido el pasado julio, cinco personas murieron al derrumbarse un edificio sobre otro de menor tamaño en la ciudad de Noida, limítrofe con Nueva Delhi.
La tragedia se registró en las afueras de Nueva Delhi. Autoridades creen que en el lugar también se almacenaban fuegos artificiales. El incendio se extendió rápidamente hacia arriba desde el sótano, atrapando a cerca de dos docenas de trabajadores en las plantas superiores, dijo un responsable de los servicios de emergencia de la capital. Los servicios de emergencia tardaron cerca de dos horas en apagar el fuego, mientras las operaciones de búsqueda y rescate continuaron hasta altas horas de la noche. "Diecisiete cuerpos fueron recuperados del edificio", contó Praveen Kumar, un responsable de la sede central del servicio de emergencia de Nueva Delhi. Dos personas resultaron heridas y fueron trasladadas al hospital, añadió. Los servicios de rescate no sabían con exactitud la suerte de los otros trabajadores. La mayoría de las víctimas murieron por asfixia, dijeron los responsables. El gobierno abrió una investigación para determinar las causas del incendio. El primer ministro, Nerendra Modi, dijo sentirse "profundamente apenado" por el accidente. "Mis pensamientos están con las familias de quienes perdieron la vida. Que los heridos se recuperen rápidamente", tuiteó. Los accidentes mortales en el lugar de trabajo son comunes en India, donde existentes unas deficientes normas de seguridad y una aplicación poco estricta de los reglamentos.
Lanzan el líquido al aire y al descender limpia hasta en un 95% las partículas de contaminación, que causa más de un millón de muertes al año. Esta megápolis de 20 millones de habitantes es una de las más contaminadas del mundo, con concentraciones de partículas en suspensión a menudo superiores a las de Pekín. Y sus autoridades son criticadas por su dejadez ante esta lacra que amenaza la salud pública. El gobierno local, que en el pasado ya tomó iniciativas desconcertantes contra la polución, desplegó el miércoles un ‘cañón antismog’ en la periférica Anand Vihar para hacer una prueba. El artefacto, especie de enorme pulverizador en forma de secador de cabello cargado sobre un remolque, proyecta 100 litros de agua por minuto en un radio de 150 metros. Se utiliza habitualmente en las obras y las minas y su principio es sencillo: el agua, al caer, arrastra hacia el suelo los contaminantes limpiando el aire. "Si se demuestra que funciona, lo desplegaremos en las calles de Delhi en cuanto sea posible", declaró Imran Husain, ministro de Medio Ambiente de la ciudad. La iniciativa provocó sorpresa y disgusto entre los especialistas. En opinión de Sunil Dahiya de Greenpeace, el gobierno local busca desviar la atención de su incapacidad para combatir las fuentes de polución, principalmente la producción industrial, las emisiones de los vehículos y el polvo de las obras de construcción. "Claramente no es una solución", afirma. Los constructores del artefacto, cada uno de los cuales cuesta unos 2 millones de rupias (26.400 euros, 31.300 dólares), consideran que harán falta "30-40 cañones" para reducir sensiblemente los niveles de polución en la ciudad. Reconocen, sin embargo, que esto no resolverá el problema a largo plazo. "Es una solución para cuando se está completamente desesperado", afirmó Vimal Saini de la empresa CloudTech. Respirar en Nueva Delhi equivale a fumarse 44 cigarrillos diarios |...