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El trágico caso que llevó a la muerte de dos niñas de 13 años en Bogotá, después de consumir frambuesas con chocolate impregnadas con talio, ha tomado un giro crucial con la identificación de la presunta responsable y las autoridades analizan si existe relación entre el caso actual y un antecedente de intoxicación en la madre de una de las niñas que falleció.
Las intensas investigaciones adelantadas por la Fiscalía señalan que detrás del envío de las frambuesas con chocolate presuntamente estaría la señora Zulma Guzmán Castro. Las autoridades tienen razones suficientes para creer que este no ha sido el único crimen cometido contra la familia afectada, y que la misma sustancia fue utilizada previamente.
El envenenamiento, que ocurrió en abril y causó la muerte de dos menores, dejó a otra niña gravemente enferma y a un joven hospitalizado durante meses, aunque hoy está sano y salvo. La gravedad del caso ha requerido una investigación profunda, confirmando que las concentraciones de talio detectadas eran supremamente elevadas.
El talio es considerado el metal más tóxico del planeta, y es conocido debido a su potencia y a la facilidad con la que puede camuflarse con otros males, despistando a los médicos.
Una de las características más peligrosas de esta sustancia es que es inolora e insabora, lo que dificulta mucho su detección en el momento del consumo. Una vez ingresa al organismo, el talio es muy liposoluble, lo que significa que es muy afín al tejido graso y se deposita y distribuye rápidamente en el cuerpo.
“Todo depende de la dosis, de la concentración y de la vía de administración. El talio es muy liposoluble, eso quiere decir que es muy afín por el tejido graso. Y los seres humanos tenemos muchísimo tejido graso. Entonces, él va y se deposita, se pega en ese tejido graso y así se comienza a distribuir en el organismo”, señaló el toxicólogo Camilo Uribe.
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El talio puede tardar hasta 30 días con tratamiento en hacer eso. Los síntomas iniciales pueden ser confusos y se pueden confundir con una intoxicación alimenticia, haciendo que cuando se diagnostica, a menudo sea demasiado tarde. Lo primero que produce el talio es un cuadro gastrointestinal, irritando la mucosa gástrica y causando náuseas, vómito, diarrea y ardor en el estómago, lo que lleva a la consulta de urgencias.
Posteriormente, la intoxicación entra en una segunda fase caracterizada por una lesión neurológica grave, que se manifiesta como pérdida de fuerza en las piernas y un dolor progresivo muy difícil de controlar. Si el tratamiento no es oportuno, la intoxicación puede derivar en parálisis de los músculos respiratorios y parálisis respiratoria. A dosis muy elevadas, puede producir una lesión fulminante que provoca la pérdida de función del hígado y el riñón, además de cardiotoxicidad, arritmias y fallas cardíacas severas, llevando a la muerte, explicó el toxicólogo Uribe.
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A pesar de la gravedad de la sustancia, su detección presenta un desafío en Colombia. Aunque el talio se puede detectar en sangre, orina o cabello, “ningún hospital ni ninguna clínica cuenta con la tecnología para practicar este análisis” de forma rutinaria, añadió el experto en Los Informantes.
En el caso de las niñas fallecidas, las concentraciones de talio eran letales.
En cuanto al tratamiento, si el diagnóstico es oportuno, existen antídotos. Hoy en día, el medicamento de elección es el azul de Prusia. No obstante, este antídoto no se consigue en Colombia ni en la gran mayoría de América Latina.
El talio está prohibido para su venta y comercialización en Colombia desde 1970.
La investigación penal se ha centrado en Zulma Guzmán Castro, una mujer que mantuvo una relación extramatrimonial con el padre de una de las niñas fallecidas.
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El abogado penalista Fabio Umar, representante legal en el proceso, confirmó la existencia de esa relación. Según explicó, su cliente le manifestó que el vínculo “fue puntual, limitado en el tiempo, la relación terminó y perdió contacto con esta señora; luego ocurrieron estos hechos lamentables”.
Basándose en las pruebas recuperadas, presuntamente Zulma Guzmán Castro estaría detrás del envío del paquete de frambuesas envenenadas a la familia. Por esta razón, el 25 de octubre, un juez de control de garantías de Bogotá libró una orden de captura y se emitió una circular roja de Interpol para dar con el paradero de la señalada.
Las pesquisas de la Fiscalía no solo se enfocaron en el envenenamiento de las niñas, sino que encontraron una coincidencia que obligó a abrir otra línea de investigación: el envenenamiento previo con talio de la madre de una de las niñas.
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La mujer empezó a sentirse muy mal en diciembre de 2020. Después de haber superado un cáncer de seno años atrás, consultó a varios especialistas que descartaron el regreso de la enfermedad, pero no lograron encontrar la razón de sus fuertes dolores y malestar.
El hallazgo llegó de la mano del endocrino Julio Portocarrero. Cuando ella llegó a su consultorio, presentaba dos síntomas críticos: una caída severa del pelo y una neuropatía periférica terriblemente dolorosa, que es una afección de los nervios de las piernas que produce dolores violentos.
El Dr. Portocarrero relató su diagnóstico inicial: "Mire si esto no es una intoxicación por talio yo no sé qué será".
Las pruebas de sangre y orina ordenadas por el doctor resultaron positivas para talio. Mientras que los niveles normales en humanos son de menos de 2 microgramos, los resultados de la mujer mostraban niveles altos. Se sometió a un tratamiento basado en medicamentos que ligan el talio en el organismo para ser eliminado por la orina. La familia confirmó que mejoró.
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Sin embargo, la pesadilla regresó. Tras mejorar y viajar a Europa con su esposo, experimentó una recaída con los mismos malestares y una nueva caída del cabello. Aunque la familia creyó en su momento que había sido una reactivación de un tumor previo, la coincidencia del envenenamiento anterior y la posterior muerte de su hija con la misma sustancia activaron todas las alarmas cuatro años después.
La mujer falleció y su cuerpo fue cremado, lo que hace difícil saber exactamente qué ocurrió en su deceso.
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*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Los Informantes.