El nuevo ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, asume el cargo en uno de los momentos más críticos de la economía colombiana, en medio de movilizaciones en todo el país y en el tercer pico de la pandemia. El funcionario promete que, con el nuevo texto de la reforma tributaria, que se establecerá consensuadamente con diferentes actores políticos, sociales y económicos, “no se incrementará el IVA en ningún bien o servicio”.
Además, el ministro Restrepo sostiene que la prioridad del Gobierno es atender las necesidades de las personas afectadas por la pandemia, por lo que no se comprarán aviones para renovar la flota de la Fuerza Aérea.
Esta es la entrevista completa que el director de Noticias Caracol, Juan Roberto Vargas, le hizo al nuevo ministro de Hacienda que reemplaza a Alberto Carrasquilla, quien dimitió el lunes tras la caída de la reforma tributaria.
¿Cuál es su objetivo con la nueva reforma tributaria?
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Ser conscientes de tantas personas que se vieron afectadas por el resultado del impacto de la pandemia; los jóvenes que no tienen posibilidad de vínculo laboral, todas esas personas vulnerables que necesitan rentas básicas de emergencia, los micro y pequeños empresarios que necesitan un respiro y un alivio tributario y subsidios a la nómina por un tiempo adicional, las mujeres de más de 40 años que perdieron su trabajo. Por eso, el primer propósito de esta reforma es lograr que millones de colombianos tengan beneficios como resultado del impacto a la pandemia, beneficios sociales directos como resultado del impacto de esa pandemia.
El segundo propósito es enviar un mensaje a los mercados internacionales. Colombia ha sido un país muy responsable en lo fiscal, tiene que garantizar una estabilidad en sus finanzas públicas, hay que enviar ese mensaje claro.
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En tercer lugar, seguir contribuyendo a la reactivación y la recuperación del crecimiento de la economía. Pero todo lo anterior está atravesado por un compromiso: sentido de grandeza de oír y dialogar con todos los sectores de la sociedad, con los partidos políticos, con la academia, con los sindicatos, con los jóvenes, con los distintos actores sociales y representativos de las finanzas públicas del país. Es un momento de actuar con grandeza, atendiendo las necesidades sociales y garantizar una estabilidad de las finanzas públicas con un sentido de solidaridad en aquellos sectores empresariales que no se vieron tan perjudicados en la pandemia, creo que podemos lograr un equilibrio.
¿Hay alguna idea de cómo se va a hacer para conseguir la plata? ¿Aumentarle los impuestos a quiénes?
No se incrementará el IVA en ningún bien o servicio, no se modificarán las reglas de juego existentes en IVA, no se tocará el IVA. No queremos afectar a la clase media, ha sido vulnerable en medio de la pandemia, no podemos ser insensibles a esa realidad. Tampoco nadie que hoy que no pague impuesto de renta como persona natural pagará ese tributo. Tenemos que ser conscientes de la realidad de esas clases medias de nuestro país.
El propósito social es incrementar Ingreso Solidario ojalá hasta 5 millones de personas, es tener educación gratuita para los jóvenes entre 18 y 28 de población más vulnerable, es extender el programa de subsidio de apoyo a la nómina, es extender la devolución del IVA por lo menos a 4 millones de hogares, es tener un fondo de fomento al empleo de jóvenes, de mujeres de más de 40 años y de personas en condición de discapacidad. Para financiar eso tenemos que acudir a algunas fuentes. Afortunadamente el sector empresarial ha hablado con sentido de solidaridad, el gerente de la ANDI, el consejo gremial. Ellos han planteado por qué no pensamos en una sobretasa de renta temporal para las empresas que se vieron menos afectadas, por qué no prorrogar temporalmente el impuesto al patrimonio con sentido solidario para patrimonios altos, incrementar el impuesto a los dividendos para valores altos de dividendos transitoriamente.
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Hay unos instrumentos que nos permitirían financiar ese propósito social y acudir con sentido de solidaridad a quienes hoy tienen menos recursos en esta sociedad.
¿Hay tiempo para dialogar o hay urgencia de la reforma tributaria?
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Dialogar no significa sentido de no oportunidad. Aquí tenemos la oportunidad de sobre la cual debemos trabajar, aquí son semanas y no meses. Tenemos que estar trabajando 24/7. Desde el día de hoy arranco a organizar una agenda de trabajo con distintos actores de nuestro país: políticos, sociales, académicos, económicos o empresariales.
Pero aquí hay que inyectarle sentido de oportunidad y urgencia. Necesitamos enviar ese mensaje de responsabilidad fiscal en los mercados internacionales porque es muy importante para la estabilidad de nuestras finanzas públicas, para los costos incluso de nuestro propio presupuesto general de la Nación.
¿También va a manejar la parte política en el proyecto de consenso para la reforma tributaria?
Hay un equipo de trabajo que va de la mano del ministro del Interior y de algunas carteras como Educación o Trabajo, pero yo voy a estar volcado en esto, día y noche, porque mi mensaje es que aquí venimos a lograr sacar adelante una necesidad de país con todo el ejercicio de liderazgo que se necesita y afortunadamente he trabajado con actores políticos.
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Conozco la forma como se hace la discusión en el mundo de la política y ahí voy a estar presente.
¿Cuánto se reduciría esta reforma que pretendía recaudar $23 billones?
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Tiene que ser una reforma del orden de unos $14 billones. Tiene que estar acompañado de otras cosas: austeridad en el gasto, aquí vienen unas decisiones de congelamiento de gastos en el sector público, de decisiones en materia de control de precios de contratos de arrendamiento, un control en los costos de viáticos por parte del sector público, austeridad de verdad, tiene que ser un compromiso de país.
En segundo lugar, seguir manteniendo los esfuerzos de lucha contra la evasión fiscal. Hoy el país viene haciendo un esfuerzo del 1,1% del PIB, vamos a seguir en esa dirección, modernizando la DIAN que ya está en marcha, avanzando también en el tema de factura electrónica y logrando fortalecer los métodos de BIG DATA.
¿Hay plata para una renta básica de un millón como proponen sindicatos?
Hay elementos para construir consensos. Se ha hablado de una renta temporal que es el Ingreso Solidario, que hoy llega a 3 millones de familias. Podría con esfuerzos adicionales en políticas o programas sociales llegar a 4,7 millones. Es importante porque es una forma de demostrar que hay un compromiso con esa renta básica de emergencia. Seguramente no podremos llegar a todo lo que otros quisieran en monto, pero hay un camino de consenso. El país tiene que aprender a encontrar estos consensos. Si nos quedamos en la orilla del puente y no recorremos el puente para encontrarnos en la mitad de pronto no nos vamos a encontrar, pero de pronto sí. Hay un propósito para lograrlo, donde se considera la renta básica de emergencia y con las condiciones económicas con las que cuenta el país.
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¿Cómo motivar la reactivación con más impuestos a empresarios?
Tener una tasa de impuesto de renta para micro y pequeñas empresas que sea inferior y se puede lograr eso como un instrumento de reactivación para ellas, que han estado tan agobiadas con la pandemia.
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También tener en consideración instrumentos como el descuento al IVA en bienes de capital, eso se podría sostener.
Se podría no sostener ese descuento del ICA en el impuesto de renta a personas jurídicas y ahí hay una fuente de ingresos.
Hay unos instrumentos que permiten reactivación y otros que permiten recaudo.
¿Escuchar a todo mundo incluye a la oposición, a Gustavo Petro, a todos los que están en contra y de tajo dicen cero reforma tributaria?
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Hay que estar abiertos a escuchar a todo el mundo. Seguramente en unos puntos nos pondremos de acuerdo, en otros no, pero el diálogo tiene que estar abiertos a los distintos actores de la sociedad.
Hemos venido recogiendo una serie de iniciativas de distintos partidos políticos de oposición, amigos del Gobierno, otros que participan como independientes del Gobierno; de eso se trata un ejercicio de construcción colectiva, de empatía y de grandeza en una propuesta tan importante para el país, para los más vulnerables con una reforma de este estilo.
Así avanzan conversaciones:
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¿Qué pasa con las ayudas para las personas más golpeadas? Porque el exministro Carrasquilla decía “tengo caja para seis semanas”. ¿Siguen con esas cuentas?
Ahí es donde está el sentido de oportunidad. Lo social necesita un apoyo inminente del Estado. Hay unos programas que van hasta el mes de junio. Ya varias de estas ideas de apoyo social tienen relativo consenso.
¿Qué opina de lo que piden políticos y ciudadanías del Banco de la República, que les adelante las utilidades o pedirle plata prestada?
Estamos encontrando unas fuentes viables. El gerente del Emisor ha sido claro en que tiene una preocupación de algunas de estas medidas que pueden generar inestabilidad desde la perspectiva del manejo de una política monetaria. Hay que ser respetuosos del planteamiento. Anticipar utilidades no es viable porque la realidad del banco no es de utilidades por el impacto de la pandemia.
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De momento lo que queremos es ser prudentes.
La eventual compra de aviones de combate para renovar la flota que tiene el país, ¿esa idea se mantiene en la carpeta de cuentas?
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Nuestra primera prioridad ha sido revisar rubro por rubro del presupuesto nacional. Tenemos que redirigir gastos no prioritarios hacia las necesidades urgentes y apremiantes: la pandemia.
Para ser absolutamente claro, en este momento no habrá dinero para comprar aviones. ¿Por qué razón? Porque no es un gasto prioritario y nuestra prioridad es la pandemia.