No cayó muy bien la noticia del regreso del impoconsumo a partir del próximo año. El sector gastronómico dijo que tendrán que aumentar los precios y esto podría alejar algunos comensales. Según Acodres, el incremento puede ser agresivo al sumar otros impuestos y factores como la inflación.
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En el 2022 el impuesto al consumo, que es del 8%, se volverá a cobrar en los bares y restaurantes.
“El Gobierno, entendemos, tiene que recaudar impuestos, para solventar el gran esfuerzo fiscal que fue mantener la pandemia. Pero debe ser en una tarifa intermedia, por lo menos del 4%”, dice Guillermo Gómez, presidente de Acodres.
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Lo que significa que el precio de los platos aumentará y al sacar la calculadora y sumarlo con otros factores como la inflación, demás impuestos y gastos, el aumento real podría ser hasta del 20% según Acodres.
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Empresarios del sector como Jorge Pradilla, gerente de El Pórtico, en la sabana de Bogotá, dice que sí se debe cobrar, pero de manera progresiva.
"El que sufre finalmente es el comensal, el visitante; me parece que se puede hacer gradual y sería menos traumático”, dice el empresario.
Negocios que empezaron con la pandemia no lo ven con buenos ojos y creen que no se debería implementar.
"El posible incremento en la carta alejaría a algunos clientes”, dice Camilo Sánchez, administrador de Down Mexican Way.
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Vale resaltar que este impuesto no afecta a comercios que están en el régimen simple. Es decir, pequeñas panaderías y restaurantes de platos corrientes.