
El artista puertorriqueño Bad Bunny enfrenta una nueva controversia tras la denuncia pública de PETA, Personas por el Trato Ético de los Animales. La organización internacional critica el uso de gallinas vivas como parte de la escenografía en su residencia musical 'No Me Quiero Ir de Aquí', que se lleva a cabo en el Coliseo de Puerto Rico desde el 11 de julio hasta el 14 de septiembre de 2025.
El montaje ha sido calificado por algunos medios como una apuesta visual innovadora, con elementos teatrales y ambientación tropical. No obstante, la incorporación de animales vivos ha eclipsado otros aspectos del espectáculo. Este hecho ha reavivado un debate sobre la ética del empleo de animales en espectáculos de alto impacto visual.
¿Por qué PETA denunció a Bad Bunny?
PETA Latino difundió un video en su cuenta de Facebook que muestra gallinas desplazándose sobre arbustos y vegetación artificial en pleno escenario. En su mensaje, la organización criticó duramente la decisión del artista: “Un ‘baile inolvidable’ para Bad Bunny… pero una pesadilla para los animales".
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La organización animalista cuestionó al artista urbano por hacer uso de animales en su espectáculo. “¿Hasta cuándo los animales serán tratados como simples accesorios para el show de Bad Bunny?... Bad Bunny por favor, deja de usar animales vivos en tus conciertos”. La postura de PETA sostiene que incluir animales vivos en un entorno cargado de luces estroboscópicas, música estridente y multitudes constituye una forma de maltrato, además de asociarse con un mensaje irresponsable para el público y la industria del entretenimiento.
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Esta denuncia no es un hecho aislado. En febrero de 2024, PETA ya había señalado a Bad Bunny por usar un caballo en escena durante su gira 'The Most Wanted Tour', específicamente en un concierto en Salt Lake City. La vicepresidenta de la organización declaró que exponer al animal al ruido, las luces y la multitud podía provocar estrés, accidentes o incluso daños físicos.
En aquel entonces, dieron declaraciones como "los caballos son muy asustadizos, y no son accesorios para ser montados en un escenario entre luces intermitentes, música atronadora y multitudes ruidosas”, reflejan la preocupación de PETA ante decisiones escénicas consideradas irresponsables.
Bad Bunny permanece en silencio
Hasta la fecha, el intérprete de 'Mónaco' no ha emitido pronunciamiento alguno ante las recientes acusaciones. Tampoco lo hizo tras la polémica del caballo en 2024, lo cual ha alimentado la especulación en redes sociales y medios de entretenimiento. La ausencia de respuesta oficial ha intensificado el debate: algunos seguidores defienden la estética escénica, mientras otros respaldan el llamado de PETA a una revisión más ética del espectáculo.
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El pronunciamiento de PETA ha generado apoyo notable en redes sociales. Internautas han compartido el video y expresado indignación por considerar innecesario el uso de gallinas como elementos escénicos. Argumentan que el espectáculo puede construirse sin recurrir a ellos ni comprometer su bienestar. Sin embargo, existen voces que afirman que el uso de estos animales tiene intenciones simbólicas vinculadas a lo rural y la identidad boricua. Apuntan a que la propuesta busca representar elementos del entorno puertorriqueño tradicional.
El impacto de la residencia de Bad Bunny
La residencia musical 'Most Wanted: No Me Quiero Ir de Aquí' de Bad Bunny en el Coliseo de Puerto Rico no solo ha generado expectación artística, sino que también ha significado un fuerte impulso económico y cultural para la isla. Con más de 30 fechas consecutivas agotadas, el espectáculo ha establecido un nuevo récord en la historia del recinto —superando incluso a artistas locales como Wisin y Yandel— y ha puesto nuevamente a San Juan en el mapa de los grandes destinos de entretenimiento en América Latina.
El impacto económico es notable. Según estimaciones del sector turístico, la residencia ha atraído a miles de visitantes de otras regiones de Puerto Rico, así como a fanáticos internacionales de Estados Unidos, América Latina y Europa. Esto ha generado un incremento en la ocupación hotelera, el consumo en restaurantes y el movimiento en transporte terrestre y aéreo. Además, el espectáculo ha generado empleo directo e indirecto para decenas de técnicos, músicos, diseñadores, productores, personal de seguridad, logística y trabajadores del coliseo.
MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL