Las autoridades de Río de Janeiro decidieron este martes suspender sus multitudinarios desfiles callejeros del próximo carnaval, ante el avance de la variante ómicron que, combinada con las fiestas de fin de año, está provocando un aumento de casos en Brasil.
"El carnaval de calle de la forma que fue realizado hasta 2020 no se realizará en 2022", dijo el alcalde de Río, Eduardo Paes, en una transmisión en vivo por redes sociales, destacando las dificultades para controlar esta celebración en un momento de alza de contagios.
Paes hizo el anuncio tras una reunión con representantes de los corsos musicales ('blocos') que participan en el carnaval. Los desfiles de las 'escolas' de samba, que ocurren en un ambiente más controlado dentro del Sambódromo, de momento se mantienen para fines de febrero.
"El carnaval callejero de Río de Janeiro, por su propia naturaleza y carácter democrático, imposibilita cualquier tipo de fiscalización", añadió Paes.
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Es el segundo año consecutivo que la pandemia obliga a suspender el carnaval callejero de Río, una sucesión de fiestas al aire libre atrás de 'blocos' que recorren la ciudad arrastrando multitudes, previsto entre el 25 de febrero y el primero de marzo.
Procurando un ambiente más controlado, se propuso realizar eventos durante febrero en tres espacios diferentes de la ciudad, comentó Paes.
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Pero esa propuesta no fue aceptada por los blocos. "Quedaron en hacer una contrapropuesta", explicó.
"No tenemos identificación con los lugares propuestos, como el Parque Olímpico, que es lejano y no tiene relación con nosotros como nuestros barrios", indicó Rita Fernandes, presidenta de la asociación de 'blocos' Sebastiana, representante de varios de estos grupos.
El viernes habrá una nueva reunión para intentar llegar a un acuerdo, a la que los 'blocos' llevarán "una propuesta más descentralizada", explicó.
"Estamos muy tristes, pero ya que no es posible, nos adaptamos a la ciencia. El carnaval no va a pasar sin celebración", aseguró Fernandes.
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En el carnaval de 2020, el último antes de la pandemia, unos 7 millones de fiesteros participaron en los desfiles callejeros, los mayores de ellos hasta un millón de personas, según la agencia de turismo de la Alcaldía, Riotur.
Tras la llegada de la variante ómicron y debido a las fiestas, varias ciudades de Brasil registran un aumento de casos de COVID, incluida Río.
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Brasil acumula 620.000 muertes por COVID desde el inicio de la pandemia.