Doña Zora Jurin lleva 34 años recolectándolos. Están elaborados en más de 500 materiales.
Dentro de su casa, en el norte de Bogotá, se vive el espíritu de la Navidad de una manera muy especial.
En cada espacio, en cada rincón, se encuentran pesebres por montones. Su dueña dice que son 801.
"Lo hago con mucho cariño, con mucha devoción. Los tengo en el comedor, en el corredor, en la escalera, en las dos salas y en la cocina”, cuenta la aficionada.
Del más pequeño al más grande, fueron fabricados en todo tipo de materiales y diferentes partes del mundo.
“Los pesebres están elaborados en barro, en coco, en cascara de mangostino, en troncos de madera, hay en metal, hay en plata, hay en porcelana, hay en costal, hay en fosforo, hay en herraduras”, explica.
Doña Zora, de 76 años, dedica año tras año un tiempo especial para sacar cada pesebre y disponerlos por toda la casa.
“Me demoro sacándolos tres días, después toca organizar y poner las luces, enderezar todo y poner bien bonito, una semana en total”, narra.
Cada noche es una experiencia diferente al rezar la novena en esta casa, porque para doña Zora cada uno de los 801 pesebres es su preferido.
Updated: diciembre 19, 2019 01:29 p. m.