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Infortunadamente, los gatos negros han sufrido rechazos por culpa de varias supersticiones negativas. Incluso, algunas personas comparten mitos falsos acerca de su color de pelo. Lo cierto es que estas creencias están totalmente alejadas de la realidad.
Romper mitos y supersticiones
Históricamente, estos animales han sido objeto de muchos mitos. Al adoptar un felino de este color puede ayudar a desafiar estas creencias infundadas y demostrar que los gatos negros son compañeros maravillosos y cariñosos.
Personalidad única
Al igual que cualquier otro gato, esta especie tiene personalidades individuales. Sin embargo, muchas personas que tienen gatos negros afirman que son muy cariñosos, juguetones y amigables.
Belleza especial
Los gatos negros tienen una belleza especial y elegancia en su apariencia. Su pelaje puede ser brillante y reluciente, lo que les da un aspecto muy distinguido. Muchas personas consideran que los gatos negros son realmente hermosos y únicos.
Simbolismo positivo
En muchas culturas, los gatos negros son considerados símbolos de buena suerte y prosperidad. Adoptar uno puede traer consigo una sensación de positividad y fortuna al hogar.
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Menos demanda de adopción
Desafortunadamente, los gatos negros enfrentan una menor demanda de adopción en comparación a felinos con pelaje de otro color. Esto puede deberse a supersticiones arraigadas o simplemente a preferencias personales.
Al adoptar un gato negro, usted le brinda la oportunidad de tener un hogar amoroso a un animalito que pudo haber sido ignorado por otros adoptantes.
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De otro lado, la curiosidad es una de las principales razones por las que a los gatos no les gustan las puertas cerradas, pues representan un obstáculo en su camino y pueden hacerlos sentir aún más curiosos sobre lo que hay detrás de ellas.
En algunos casos, tratarán de abrir la puerta por sí mismos o simplemente maullarán para que alguien lo haga por ellos.
Les gusta tener acceso a todos los espacios de la casa
Los gatos son animales territoriales y les gusta tener acceso a todos los espacios de la casa, sí, a todos. Si una puerta está cerrada, no lo dude, podrán proceder a rascarla o arañarla en un intento por entrar.
Los gatos odian sentirse atrapados
Estos felinos son animales independientes y odian sentirse atrapados. Si un gato entra en una habitación y la puerta se cierra detrás de él, podría hacer travesuras ante la sensación de encierro.
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Esto ocurre especialmente si el gato no está acostumbrado a estar en esa habitación y no sabe cómo volver a salir.
Según expertos citados por el diario El Espectador, es apropiado que los dueños de los gatos les permitan ingresar a las habitaciones al menos una vez al día. De esta forma, los felinos comprobarán que no hay nada escondido y su fuerte curiosidad disminuirá.
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También se sugiere construir una entrada pequeña en las puertas que se pueda, para que así el felino se movilice a su antojo sin necesidad de causar daños.
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