Estos consejos le ayudarán a que sus mascotas no se estresen o se depriman por el desconfinamiento.
“De esta manera vamos a mitigar la aparición de problemas de comportamiento a los que no los tienen y podremos dar los primeros pasos para la mejora de los que ya los están padeciendo”, dice Angélica González, aspirante a doctora en etología.
Una de las claves será usar “palabras muy cortas, que se entiendan: sube, baja, ven, quieto, palabras muy oportunas que ellos comienzan a entenderlas para poderlo manejar”, recomienda Juan Camilo González, médico veterinario etólogo.
También se deben implementar en casa voces preventivas, es decir, de niveles de advertencia que buscan evitar que se llegue al regaño o al castigo, como ey, ah ah, en lugar de dar un no, sugiere Angélica.
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“La palabra no solo aparecerá si insiste en hacer la conducta indebida. Al comprender el proceso podrá usarse en cualquier situación de la cotidianidad”, recalca.
La recompensa se convertirá en un aliado dentro de todo este proceso, por eso debe ser muy bien utilizada.
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Hay tres reforzadores positivos: la comida, permitirles una actividad que les guste y las caricias o un tono de voz específico.
“Cuando premiamos a nuestros perros les estamos indicando lo que nos gusta de su comportamiento y lo que deseamos que se repita”, señala la especialista.
Una conducta que siempre debe reforzar es su independencia, “lograr que nuestro peludo se dé cuenta de que puede encontrar placer en sus juguetes y que puede entretenerse sin nuestra compañía. Esto permitirá que reduzca su ansiedad ante nuestra ausencia”, dice.
“El trabajo se enfoca en enseñarles a quedarse solos y eso lo podemos comenzar a hacer ahora. ¿Cómo? Con un ejercicio sencillo: podemos comenzar a hacer un juego donde yo le voy a enseñar a quedarse en un lugar de la casa, en una habitación, vamos a demorarnos, primero cerrar la puerta y volver a entrar y después podemos comenzar a salir, ir por un vaso de agua, volver y abrir la puerta, podemos subir el tiempo hasta que logremos ver una película mientras que el perro está en el cuarto, siempre promoviendo que el perro esté tranquilo. Si el animal comienza a tener miedo, comienza a ladrar, comienza a dar señales de ansiedad por separación, le estamos exigiendo mucho más tiempo del que él tolera”, recalca el doctor González.
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Recuerde tener paciencia y empatía. Las mascotas no entienden lo que está ocurriendo a su alrededor, solo viven las consecuencias y, al igual que nosotros, deben reaprender a vivir sus vidas.
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