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La escasez de órganos y tejidos en Colombia es una situación que va en aumento. Cada vez es más frecuente escuchar las historias de pacientes que durante meses y años han esperado un trasplante. Incluso, varios han muerto mientras aguardan la oportunidad de tener o una vida mejor, o de seguir viviendo.
Pero entre esas vivencias, también se esconden las de aquellos ciudadanos que vuelven a nacer cuando el órgano de un desconocido les ayuda a seguir con un estilo de vida normal.
Gabriel Santos, representante a la Cámara, habló sobre los elementos que laceran la donación de órganos en Colombia.
“El Instituto Nacional de Salud tiene un millón de funciones, una muy pequeña es la donación de órganos. Además, no tiene el presupuesto para financiarlo, no tiene el tiempo o interés para sacar esto adelante. Queremos crear una entidad con autonomía presupuestal que será financiada por los fumadores, queremos que ellos contribuyan con 200 pesos adicionales por cajetilla para que la entidad tenga una financiación de 100 mil millones de pesos al año”, dijo Santos.
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A las personas a las que se les ha dictaminado un trasplante, ingresan a una lista de espera. Algunos pacientes han pasado hasta seis años esperando un donante. Allí no existen turnos, es decir, el primero que entra no tiene necesariamente preferencia. Siempre prevalece la urgencia vital.
Las cifras constatan que el 20% de los pacientes fallece antes de recibir el vital órgano que están esperando.
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La doctora Reina Menco sufre de fibrosis pulmonar desde hace dos años. Desde ese momento ella empezó a evaluar la opción de un trasplante. Por ahora está en lista de espera y debe permanecer conectada a oxígeno suplementario las 24 horas del día.
“Queremos que el común de la gente sepa que nosotros estamos aquí esperando una segunda oportunidad y que el tiempo se nos acaba”, dijo Menco.
La donación de órganos en Colombia, para el año 2019, se ubicó de la siguiente manera:
Paula Andrea Medina tuvo problemas de corazón y pulmones desde los 5 años. Ella esperó por tres meses un donante de corazón.
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“A las 5 de la tarde sonó el teléfono, fue una emoción grande, fue una oportunidad de vida. Conocí la Asociación Colombiana de Deportistas Trasplantados y empecé a nadar con ellos. Me ha ido muy bien, hemos traído medallas que son un premio a la vida”, dijo Paula.
Estas historias muestran la importancia de la donación de órganos en Colombia, una acción que le devuelve la vida a personas que llevan meses o años esperando una segunda oportunidad.
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