Si en una noche Atlético Nacional se convirtió en campeón del mundo, como lo proclamó el periodista uruguayo Martín Charquero, es porque el pueblo colombiano hizo algo bien.
Ayer el Atlético Nacional se transformó en campeón del mundo. #ElFotonDelDia pic.twitter.com/nPjjEvn0q7
— Martin Charquero (@MartinCharquero) December 1, 2016
Si Brasil entero quería abrazar a cada hermano colombiano, es porque algo hicimos bien en medio de la tragedia.
#GraciasColombia gostaria de abraçar cada hermano de Colômbia. Agora conhecemos um pouco sobre vocês e percebo muitas semelhanças entre nós pic.twitter.com/nMlE7656Bx
— Cláudio vr 1910 (@vrclaudio81) December 1, 2016
Ariane Ferreira, periodista brasileña dedicada al fútbol hace 11 años, escribió sin dudarlo una carta que le da la vuelta al mundo, también con un #GraciasColombia.
Sí. Colombia, un país juzgado por su historia, dio una lección de amor.
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#GraciasColombia, más que una tendencia en las redes sociales, fue el deber ser del fútbol si no de la humanidad: respeto, hermandad, solidaridad.
Porque Brasil y Colombia son pueblos que han sabido consolarse mutuamente.
2014 era o Brasil consolando a Colômbia. Hoje, a Colômbia nos consola. #1MinutoChape #90MinutosDeSilêncio pic.twitter.com/6vHPrqybnt
— Hiago (@hiagooliveira_) December 1, 2016
Porque frente a la muerte, nada; pero por la vida, todo. ¡Gracias, Colombia! ¡Obrigado, Colômbia!
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Y que lo escuchen en todo el continente: siempre recordaremos campeón al Chapecoense.
"Que escutem em todo o continente, sempre recordaremos a campeã Chapecoense"
— ta cansado, luã? (@rebollosep) November 30, 2016
Vocês engrandecem o futebol. Obrigado @nacionaloficial ! pic.twitter.com/VvggNw8fMU
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