Ante el incidente, Mark Rutte pidió un trapero y limpió el reguero que había hecho. Las personas a su alrededor celebraron el gesto.
Normalmente los mandatarios a nivel mundial son las personas más protegidas del mundo. Son comunes los séquitos que los siguen a todos lados. Cualquier líder que vaya sin protección es poco común.
Ahora, si un mandatario no tiene múltiples escoltas y, además, tiene un extraño gesto de humildad, obligatoriamente su acción se convierte en viral en redes sociales. Este es el caso de Mark Rutte.
El Primer Ministro estaba entrando al parlamento holandés con un café en la mano cuando tropezó con uno de los torniquetes. La bebida se le cayó e hizo un tremendo reguero en el suelo.
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Kom uit het land van kroketten, frikadellen...het land waar premiers een mop bestellen...om de gemorste koffie op te dweilen onder aanmoediging van vijf schoonmaaksters en een meewarige blik van Pechtold. pic.twitter.com/QgCnbVfIRh
— Peter Valstar (@pvalstar) June 4, 2018
Rutte no esperó a que un asistente o alguien de oficios varios apareciera para arreglar lo que había hecho, sino que pidió que le prestaran un trapero.
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Al principio, el mandatario tuvo que seguir el consejo de una de las empleadas porque no sabía cómo hacerlo, pero, al final todo quedó limpió, tal como estaba antes de su accidente.
Tras el humilde gesto, los empleados del recinto lo aplaudieron.
El político es reconocido por sus acciones que se salen del molde típico de Primer Ministro. En 2017, violando todos los protocolos, fue en bicicleta a su encuentro con el rey Willem-Alexander de Holanda.
Prime Minister Rutte arrives at the Palace to inform our King Willem-Alexander about formation new government.
— Karel van Oosterom (@KvanOosterom) October 14, 2017
He even locks his bike... pic.twitter.com/CEr5VeQFWs
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