Mitzi solo duró tres días desaparecido, pero la reacción de su dueño fue como si llevara una vida fuera de casa. Conozca la conmovedora historia.
Alan Whitton estaba derrumbado tras no tener noticias de Mitzi, la perrita Jack Russel que llegó a su vida el año pasado para que su familia pudiera sobreponerse a la pérdida de Tinker, la mascota que los acompañó por años.
Mitzi había desaparecido tras ser perseguida por un Basset hound. Sus dueños la buscaron por más de diez horas en Buckhurst Hill, una ciudad inglesa, con la ayuda de algunos amigos, pero no obtuvieron noticia y empezaron a pegar carteles en el sector para poder hallarla.
La familia se fue a dormir desconsolada, pensando que pasaría una triste Navidad. La mañana siguiente parecía no tener buenas noticias, pero una vecina llamó a Alan y le dijo que su perro había olido con inquietud el agujero de un zorro.
Con la esperanza de hallarla, Alan corrió por el bosque y llevó uno de los juguetes favoritos del animal. Al hacerlo sonar, escuchó un gemido que le permitió identificar que el asustado can estaba refugiándose en el agujero.
Tras cavar frenéticamente, el hombre logró reunirse con su mascota en un abrazo acompañado de lágrimas que conmovió a los presentes y a los miles de personas que lo han visto a través de redes sociales.
“Simplemente me derrumbé, estaba abrumado de alegría e incredulidad, había comenzado a perder la esperanza. Fue como un milagro navideño”, dijo en una transmisión en vivo a través de Facebook donde relató su odisea.
Mitzi no presentaba problemas de salud o lesiones, tan solo tenía un par de garrapatas, según los veterinarios.
Alan quiere estar seguro de que la situación no vuelva a pasar, así que decidió ponerle un GPS en su collar.