Empezó a sentirse cansada, le sangraban las encías y su orina no era normal. Pensó que todo era porque iba a cumplir 30 años.
Christina Ferrara vive en Tampa, Florida, y jamás olvidará lo cerca que estuvo de la muerte.
En 2017, comenzó a presentar síntomas aislados: mucho cansancio, necesidad recurrente de beber agua, sangrado de encías y color extraño en su orina.
Ferrara pensó que era natural, algo producto del envejecimiento o del extenuante trabajo que realizaba como asistente de gerencia.
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Entonces, decidió ir al médico por lo que pensó era “estrés”, pero su diagnóstico no podía estar más equivocado.
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Tras practicarle exámenes, médicos le dijeron que su hígado no funcionaba bien: Christina comenzó a presentar ictericia, un color amarillento en la piel producido por un aumento de bilirrubina en la sangre.
Le dijeron que moriría en cuestión de días si no se tomaban medidas urgentes, por lo que decidieron ponerla en coma inducido.
Fueron días difíciles para la mujer; su enfermedad avanzaba rápidamente.
Doctores la pusieron en la lista de trasplantes de hígado para salvarle la vida. Llegó a ser conocida como 'la mujer más enferma de EE. UU.'
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Durante el proceso rechazaron tres órganos por incompatibilidad, la cuarta opción fue la vencida.
“Fue un milagro”, aseguró Christina, en una entrevista que le concedió recientemente al medio Story Trender y donde reveló nuevos detalles del proceso.
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Ha pasado un año desde que vivió esa experiencia y ahora la ‘Barbie biónica’, como también la han llamado, se dedica a promover la donación de órganos y desmentir los mitos a su alrededor.
Christina Ferrara muestra con orgullo sus cicatrices porque le recuerdan la batalla que le ganó a la muerte.