Ni un policía que intentó despertarlo se salvó de los ladridos del animal, que hizo de todo para defender a su compañero.
La curiosa escena llamó la atención de los transeúntes, en una vía de Colombia.
Se trataba de un perro criollo que, inquieto, celaba a un hombre acostado y dormido tan profundamente que ni siquiera sabía qué pasaba a su alrededor.
Algunas personas que se acercaban eran víctimas de la ‘furia’ de este can, dispuesto a morder a quien tocara a su amigo.
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El perrito llegó a tal punto que, cuando el borrachín reaccionó e intentó levantarse, le puso sus dos patas delanteras sobre los hombros y logró acostarlo otra vez.
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La escena, de la cual se desconoce el origen, terminó cuando el ebrio se levantó con ayuda del policía.