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El anuncio de la llegada de Tilly Norwood, una actriz creada completamente con inteligencia artificial, ha sacudido los cimientos de Hollywood y reabierto un debate que parecía parcialmente resuelto tras las huelgas de guionistas y actores en 2023. Tilly, diseñada por la actriz y comediante holandesa Eline Van der Velden, no es simplemente una imagen animada: es un proyecto que busca abrirse paso en la industria del entretenimiento con la misma naturalidad que una intérprete de carne y hueso.
Sus redes sociales, cuidadosamente gestionadas, la presentan como una joven actriz que comparte fotos, reflexiones y hasta sketches cómicos generados íntegramente por IA, con el eslogan de ser una “chica común” con grandes aspiraciones. El detalle más polémico es que Tilly ya estaría en conversaciones con agencias de talento.
Van der Velden reveló en un panel en Suiza que su compañía, Particle6, tiene la intención de anunciar próximamente qué agencia representará a la actriz virtual, un movimiento que podría cambiar las reglas del juego en el negocio del entretenimiento. “Queremos que Tilly sea la próxima Scarlett Johansson o Natalie Portman”, afirmó la creadora, convencida de que la inteligencia artificial puede reducir costos de producción y ampliar el acceso creativo para quienes no cuentan con grandes presupuestos.
Hollywood no recibió con entusiasmo la noticia. El Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Televisión y Radio (SAG-AFTRA) emitió un comunicado tajante: “Norwood no es una actriz, es un personaje generado por un programa informático entrenado con el trabajo de innumerables artistas profesionales”.
Para el sindicato, el problema no es únicamente laboral, sino también artístico: “No tiene experiencia vital de la cual pueda inspirarse, no transmite emociones y, por lo que hemos visto, al público no le interesa ver contenido generado por computadora que no esté vinculado a la experiencia humana”.
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El rechazo tuvo respaldo inmediato de varias estrellas de primera línea. Emily Blunt, entrevistada en un podcast de Variety, reaccionó con desconcierto al ver un video de la actriz artificial: “¿Eso es una IA? ¡Dios mío, estamos perdidos! Eso da mucho miedo. Por favor, agencias, no hagan eso. Dejen de quitarnos la conexión humana”. En la misma línea, la actriz y cineasta Natasha Lyonne fue contundente al pedir un boicot contra cualquier agencia que decida trabajar con Norwood: “Cualquier agencia de talento que participe en esto debería ser boicoteada por todos los gremios”.
La polémica también llegó a The View, donde Whoopi Goldberg insistió en que el público puede distinguir perfectamente entre actores humanos y personajes creados digitalmente: “Se mueven de manera diferente, nuestras caras se mueven de manera diferente, nuestros cuerpos se mueven de manera diferente”. Aunque la comediante no descartó que la IA pueda tener un espacio en el entretenimiento, dejó claro que no reemplazará la autenticidad de un actor real.
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El debate se intensificó en redes sociales, con figuras como Melissa Barrera (Scream) y Mara Wilson (Matilda, 1996) sumándose a la crítica. Barrera lanzó un mensaje directo en Instagram: “Espero que todos los actores representados por el agente que haga esto, lo manden al carajo. Qué asco”. Wilson, por su parte, cuestionó el origen del material que dio vida a Tilly: “¿Qué hay de las cientos de mujeres de cuyos rostros tomaron material para crearla? ¿No podían contratar a ninguna de ellas?”.
Para Van der Velden, su creación no busca reemplazar a nadie, sino abrir nuevas posibilidades artísticas. En un comunicado publicado en la cuenta de Instagram de Tilly, escribió: “Ella no es un reemplazo para un ser humano, sino un trabajo creativo, una pieza de arte. Como muchas formas de arte anteriores a ella, desata conversación, y eso por sí solo muestra el poder de la creatividad”.
MARÍA PAULA GONZÁLEZ / *con información de AFP
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL