Una usuaria en Twitter, que sería su hermana, publicó las imágenes y se desató un debate.
“Mi hermanito se tragó un imán y ahora sabemos dónde lo tiene gracias a otro imán jajaja”: este es el comentario que acompaña el video de la usuaria @_maiafontana y que fue eliminado tras una serie de críticas, pero recuperado por otros medios. Véalo en este enlace
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En primer lugar, es necesario cuestionar la veracidad del video. Si bien se ve que otro imán se pega al estómago, es poco probable que -si hay otro adentro- esté tan cerca de la piel como para hacer contacto. No se conocen exámenes o diagnósticos que confirmen si de verdad el niño ingirió el objeto.
Ahora bien, si no se trata de una broma y en realidad el menor se comió el imán, se debe hacer claridad que uno de los mayores peligros sería el material del que está hecho, que podría generar una intoxicación. Así mismo, una obstrucción intestinal sería otro escenario grave, según los médicos.
Para el tema de la extracción, se podría realizar a través de una endoscopia o por eliminación natural. En la segunda opción se evaluaría si el imán logra hacer el recorrido intestinal sin ninguna complicación. Se aclara esto ante la propuesta (descabellada) de un internauta que opina se debe hacer el recorrido entre los dos imanes del estómago hacia la boca aprovechando que están unidos.
Updated: noviembre 26, 2019 01:13 p. m.