Ellos, preocupados, llevaron a la mascota a la veterinaria. Después de gastar dinero en consulta y exámenes, descubrieron que todo era mentira.
Para nadie es un secreto que los perros odian que sus dueños los dejen solos en casa. Sully, como se llama el protagonista de esta historia, llevó la situación al extremo.
Kennady Longhurst y Alex Salsberry, sus propietarios, son una pareja que se ve obligada a dejarlo solo mientras trabajan.
Hace unos días Kennady llegó a casa y vio que Sully estaba tosiendo y tenía dificultad para respirar.
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La mujer, alarmada, buscó en Google qué pasaba y hubo algo que llamó su atención: se dio cuenta que, al rato de estar tosiendo, la mascota se comportaba de forma completamente normal e, incluso, movía la cola.
No obstante, junto a su esposo, decidieron tomarse aquella tarde para cuidar a Sully.
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“Nos preocupamos mucho. Alex decidió trabajar desde casa para cuidarlo”, cuenta Kennady en una publicación de Instagram.
A la mañana siguiente, los síntomas seguían, por lo que lo llevaron al veterinario. Allí el doctor le hizo varios exámenes, concluyendo que el canino no tenía razón alguna para estar enfermo. Pero, por si acaso, le recetó antibióticos y agendó una nueva revisión la semana siguiente.
La pareja estuvo pendiente del perro todo el resto de la semana. Curiosamente, en ningún momento tosió o presentó síntomas de estar enfermo.
Tras la segunda visita, el doctor les dio un llamativo diagnóstico: “a veces los animales fingen enfermedad o cojera para llamar la atención u obtener privilegios”.
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“Después de una consulta de 85 dólares, nuestro veterinario determinó que el perro estaba fingiendo la tos para captar nuestra atención (y funcionó)”, contó la dueña.
“Lo mimamos tanto que probablemente aprendió que si actuaba extraño o diferente alguien se iba a quedar con él todo el día”, agregó.
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La actuación de Sully es denominada hipocondría canina. Esto pasa cuando la mascota se encuentra enferma y recibe muchas caricias y privilegios de sus dueños. Los animales comienzan a asimilar que deben comportarse como enfermos para tener ese tipo de cariño.
El tratamiento es muy fácil: si se da cuenta de que su mascota lo está engañando, deje de prestarle tanta atención. El canino se dará cuenta que estar enfermo no genera mayores privilegios y volverá a actuar completamente normal.