
En Los Informantes hoy, como todos los domingos, vea tres grandes historias: la conmovedora y ejemplar labor de Albeiro Vargas con los adultos mayores de Bucaramanga; la curiosa historia de la lana de ovejas boyacenses que fue a la Luna y los médicos de ‘Manos a la obra’ que viajan por todo el país cambiándole la vida a niños que nacieron con malformaciones.
Albeiro, el grande
Desde que tenía apenas 9 años, la vida de Albeiro Vargas cambió para siempre y su labor con los adultos mayores de Bucaramanga también ha transformado la vida de miles mil abuelitos que encontraron refugio en él.
Mientras otros niños jugaban, él cuidaba a los adultos mayores en su barrio. Todo empezó al ver a su mamá trabajando para atender de su abuelo. Enfrentó la muerte de cerca y, lejos de atemorizarse, desde ese momento Albeiro Vargas supo que lo que quería el resto de su vida era cuidar a quienes muchos olvidan.
Creó la fundación 'Ángeles custodios' y con ella, además de ayudar a más de 11 mil adultos mayores, también ha sido ejemplo para que los niños acompañen y cuiden de sus abuelos. “Me dejé llevar por esa pasión del servicio, todo fue un sueño de un niño”, subrayó en Los Informantes.
Ovejas boyacenses a la Luna
Como si se tratara de una verdadera historia de ficción, en Boyacá habría nacido uno de los secretos mejor guardados de la NASA y la artesana colombiana Raquel Vivas sería la responsable.
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Un equipo de Los Informantes indagó los detalles detrás de la teoría de que la lana de ovejas boyacenses estuvo en una misión de la NASA en la Luna. Aunque parece ciencia ficción, es real.
Desde el Nevado del Cocuy, conozca la increíble historia de Raquel Vivas y las ovejas que pusieron su madeja de lana para la aventura más grande que ha emprendido la humanidad.
‘Manos a la obra’
Con la camiseta de ‘Manos a la obra’, unos médicos cirujanos le han cambiado la vida a decenas de niños y jóvenes que nacieron con malformaciones en sus extremidades. La doctora Aída García, creadora de esta organización, y su ejército de batas blancas viajan por todo el país aprovechando su conocimiento para, por medio de cirugías gratuitas, llenar de esperanza a los menores y sus familias.
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Las manos sanadoras de los médicos de esta brigada, que son cirujanos plásticos y de mano, ortopedistas, pediatras y anestesiólogos, han llegado a Cali, Medellín, Cartagena, Pereira, Montería, Barranquilla y Bogotá, en donde han hecho verdaderamente milagros. En el equipo también hay instrumentadores quirúrgicos, enfermeras, farmaceutas y una veintena de personal de logística.
“Nos financiamos gracias a donaciones, no tenemos otro ingreso económico”, explicó en Los Informantes la doctora Aída.