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Cabezote Los Informantes

Células de Hezbolá en Colombia: una amenaza emergente que enciende las alertas en el país

La investigación de expertos sugiere que hay presencia de células de Hezbolá camufladas y con fachadas de comerciantes o estudiantes en el país. Se ubican entre el Caribe, Bogotá y Cundinamarca involucrándose en actividades ilícitas

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Colombia ha pasado por miles de crímenes y violencia que ha dejado al país marcado por su fuerte guerra, grupos paramilitares, el narcotráfico y el contrabando a nivel internacional. Y como si no fuera suficiente, se aproxima el terrorismo islámico, pues se investiga la presencia de células de Hezbolá en varios sectores del país.

Se presentan camuflados y con fachadas de comerciantes o estudiantes. Según Juan Carlos Buitrago, general retirado de la Policía, afirmó que “en Colombia encontramos presencia de células de Hezbolá instaladas en la costa Atlántica, pero también en Bogotá y en algunos municipios periféricos de Cundinamarca. Cuando hablamos de células integrantes de Hezbolá, estamos hablando de personas con un perfil muy bajo que cumplen actividades comerciales, que trabajan en ONG, en universidades y en centros culturales islámicos”.

Él fue analista de inteligencia y contra inteligencia de Colombia y conoció de primera mano las intimidades y secretos de narcos, paramilitares y guerrilleros. Estuvo en los diálogos con la FARC en Cuba y por sus manos pasaron los millones de archivos encriptados de la guerrilla. Supo de los alcances del terrorismo internacional. Por ello, dijo conocer plenamente que existe un terrorismo de Oriente Medio en el país.

“Maicao y Colón son consideradas las mecas de asentamiento de comunicades islámicas donde se realizan operaciones de todo tipo: lavado de dinero, comercio ilícito, tráfico de drogas y armas. Todo para monetizarse y financiar la causa”, aseguró a Los Informantes.

Al parecer, el asentamiento de estos grupos se ha propiciado en el territorio de diferentes modalidades, por ejemplo, en movimientos migratorios, bonanzas comerciantes y comercio ilegal. Además, muchos de ellos se le han encontrado que tienen doble nacionalidad. Asimismo, reclutan hombres y mujeres que los convierten al islamismo y se los llevan a los lugares donde ya han conquistado territorios, con el fin de tenerlos como esclavos, y en el caso de las mujeres, como esposas. “Han sido muchos los jóvenes colombianos que han salido a través de ONG, de organizaciones sociales, causas pro-Palestina, pro-iraníes, pero también, a través de los centros culturales islámicos”, mencionó Buitrago.

No obstante, estos casos no son nuevos. Para el 2020, a Eduardo Noguera, exregistrador local en Ciénaga, Magdalena, fue acusado de expedir tres cédulas a extremistas islámicos que fueron detenidos en Estados Unidos. “Me notifican de la apertura de un proceso disciplinario, y yo dije, pero como así, y me dijeron porque tú preparaste tres cédulas de ciudadanía a tres libaneses, obviamente, yo no podría volver a entrar a la registraduría porque me suspendieron”, relató a Los Informantes. Y aseguró que él nunca los vio y que no tuvo en sus manos las tarjetas de su registro.

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Para el infortunio de Noguera los supuestos terroristas están presos y Colombia quedo instalada en los radares como posible núcleo del terrorismo islámico. Por ello, y para determinar lo que sucedió, la Nena Arrázola, de Los Informantes, se comunicó con Juan Francisco Espinosa que, para la época de pandemia, era el director de Migración Colombia. “Logramos determinar que en efecto se estaba produciendo un hecho asociado a expedición irregular de registros civiles en el país que terminan en obtención de documentos legítimos colombianos, es decir, papel y documento legítimo, pero su obtención fue fraudulenta”.

Ahora, hasta los medios de comunicación internacionales han estado detrás de estos casos incluso, han reseñado en sus diarios a la casa cultural islámica Ahlul Bayt, sede en Bogotá, con terroristas islámicos y que es dirigida por Marlon De Jesús Cantillo, un barranquillero convertido al islam. Además, Buitrago se atrevió a mencionar a Tareck El Aissami, exfiscal de Venezuela y a Alex Saab, el barranquillero reconocido por su estrecha relación con el régimen de Nicolás Maduro, como otras de las personas que ayuda al terrorismo islámico. “Creemos que parte de los dineros de Saab iban con dirección a financiar estos grupos terroristas: la causa Palestina”.

Sin embargo, la información fluye a diario, algunos datos son especulativos y otros son para seguir investigando. Por ahora, solo se tienen afirmaciones de lo que contaron Buitrago, Noguera y Espinosa. No obstante, quieren dejar claro que al menos ya el país esta advertido de esta problemática.

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