Al frente de la embajada más relevante para Colombia, la de Estados Unidos, está Luis Gilberto Murillo, que desde que llegó a Washington trabajó de la mano con el Departamento de Estado y la Cancillería hasta conseguir la cita entre Joe Biden y Gustavo Petro, una reunión muy importante para Colombia y que demuestra de lo que es capaz el embajador.
El mensaje de Murillo desde que renunció a su pasaporte americano para asumir el papel de diplomático, el color de su piel y sus orígenes son tan poderosos como su tarea en la capital de los Estados Unidos. Siempre con buen humor y sin amarguras de ninguna clase, recordó cómo a pesar de las dificultades supo aprovechar con inteligencia las oportunidades y su buena suerte.
"Yo tenía una tía que era maestra en Cali, entonces ella me dijo 'oiga, prepárese con este libro porque viene un examen muy importante para usted' y yo era curioso obviamente en lo académico entonces yo empecé a estudiarlo y era técnicas para presentar el examen del ICFES (...) Una señora... Hay funcionarios públicos muy comprometidos, fue allá al pueblo y me dijo 'usted con el puntaje que sacó puede tener una beca'", mencionó Murillo en medio de la entrevista.
Fue así como presentó los papeles y, aunque no tenía ninguna esperanza, fue contactado de nuevo para informarle que podía aplicar a dos países diferente. Descartó irse para Alemania, empacó maletas y se fue becado a 11 mil kilómetros a vivir a Moscú, Rusia.
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Pasó del sofoco y la humedad del Chocó al helaje de los inviernos rusos. Allí fue a donde conoció a su pareja. Barno Khadjibaeva estudió Economía Minera, el embajador, por su parte, es ingeniero. Tiene tres hijos y llevan 32 años juntos. Parecen una pareja dispareja, pero esa es precisamente una de sus más grandes fortalezas.
De los primeros años en Washington, Murillo se hizo ciudadano americano, aprendió bien el manejo de la política y siempre estuvo conectado con Colombia, por eso cuando regresó a nuestro país fue gobernador del Chocó, ministro de Medio Ambiente, candidato a la presidencia y con Petro en el mando volvió como el primer embajador negro en Estados Unidos a la que fue su ciudad y en la que viven sus hijos.
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Hasta el momento, ha superado todas las expectativas, ya cumplió con la cita, la joya de la corona: Biden- Petro, que no salió nada mal. Solo en el 2022, 160 mil colombianos cruzaron irregularmente la frontera, somos el quinto país migrante en Estados Unidos y, aunque parezca una utopía, el embajador insistirá en que nos quiten el requisito de la visa.