Mientras la Corte Constitucional prohibió la pesca deportiva en Colombia, sobrevive todavía, una forma artesanal muy particular y bella de pescar. En Bocas de Ceniza, en la desembocadura más famosa de nuestro país, -es que hay que verlo, para creerlo-, se pesca con cometas. Es una mezcla del poder de los vientos, la fuerza de la cola y la paciencia del pescador para que piquen y vuelen los pescados por los aires.
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Diofante Tapia podría ser el protagonista de otro relato al estilo de El viejo y el mar. Es un pescador artesanal en Bocas de Ceniza que usa el sedal y los anzuelos de una forma muy particular, los amarra a una cometa que gracias a los vientos llega mar adentro y termina volando con los peces en el aire. Los Informantes voló cometa donde el agua del río se mezcla con el mar y atendió la lección de un tipo memorable.