Aquí están prohibidas muchas cosas que el hampa se pasa por la faja, como por ejemplo hacer cualquier tipo de minería en Parques Nacionales porque está prohibido por la ley, pero en los Farallones de Cali, en donde trabajan más de 500 mineros sacaron con amenazas a los guardaparques y además autoridades, porque por allá no pueden ir. No solo están acabando con la belleza de una de las cadenas montañosas más importantes del país, sino que además están contaminando el agua que toman los caleños. En Los Informantes caminamos hasta donde nos dejaron con el miedo, el peligro y la impotencia pegados a la piel.
La minería ilegal se tomó por completo uno de los 60 Parques Nacionales Naturales de Colombia: Los Farallones de Cali y los están acabando a punta de explosivos y mercurio. A 3200 metros sobre el nivel del mar, desde el aire se pueden ver los campamentos que arman unos 500 mineros, realizan socavones talan y acaban con un ecosistema en el que está prohibido hacer cualquier tipo de actividad minera y que es la única reserva de agua potable que tienen los caleños, el panorama es desolador.
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Hace 55 años que los Farallones es Parque Nacional y hasta hace tan solo cinco descrestaba por su belleza, es la formación rocosa más joven de la Cordillera Occidental y es también un bosque húmedo tropical en el que viven unas 626 especies de aves, 111 tipos de anfibios, hay registro de 75 tipos de reptiles y 98 variedades de mamíferos como el oso andino y el jaguar, pero la fiebre del oro está arruinando su belleza.
“La minería existía desde antes, pero no en eso no en esa escala tan mayor que hay ahora porque cuando yo llegué en el 97 que hice la primer subida a los farallones estaba solamente dos personas que estaban arriba ejerciendo eso y era barequeo, pero ya después se fue convirtiendo con maquinaria, con mercurio, llegaron desplazados otras personas de otro lado a trabajar, a ejercer acá esa labor”, Marino Lazo más que un guardaparques es un ambientalista de corazón que lleva 28 años caminándose el Parque Nacional Natural de Los Farallones en Cali y se conoce como la palma de su mano las casi 197.000 hectáreas de estas majestuosas montañas.
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Asegura con tristeza que la minería ilegal le ganó el pulso a las autoridades que cuidan a estos cerros que rodean a 'La sucursal del cielo', como Marino, sus otros compañeros también funcionarios de Parques Nacionales ven como la ilegalidad los desplazó de sus funciones: “por el tema de la minería hemos sido un poco desplazados, por temas de seguridad no podemos hacer libremente ya los recorridos, hay que tener ciertas precauciones”. La cosa ya pasó de castaño oscuro porque con amenazas se están apoderando de un Parque Nacional emblemático. “Varias veces nos lanzan amenazas, la mayoría han sido verbales incluso un compañero en el mes de febrero que fue herido con arma blanca, a mí personalmente me ha hecho seguimientos”. “Es un problema que cada día se agudiza más”. El coordinador regional de Parques Nacionales en el Valle, Robinson Galindo ya se cansó de denunciar y que ninguna autoridad militar ni judicial le pare bolas.