La cifra provisional ofrecida por la oficina del forense del estado de Oklahoma es de 51 muertos, entre los que hay una veintena de niños.
Al menos 7 de los niños fallecidos eran alumnos de la escuela elemental Plaza Towers.
Esa escuela fue una de las más dañadas por el tornado y las autoridades buscan todavía a 24 de sus alumnos sin saber si están entre los escombros o en algún hospital de la zona, según informó el vicegobernador estatal, Todd Lamb.
Los hospitales del área han recibido a más de un centenar de víctimas con heridas que van desde muy graves a leves.
Los equipos de emergencia están ahora buscando a posibles víctimas y supervivientes entre los escombros, una tarea que se prolongará al menos durante toda la noche.
De más de tres kilómetros de diámetro, el tornado afectó a los suburbios del sur de Oklahoma City y arrasó casas y edificios a su paso.
El tornado estuvo en acción durante unos 40 minutos y realizó un recorrido de unos 32 kilómetros entre las poblaciones de Newcastle y Moore.
Entre los edificios afectados hay dos escuelas, un cine y un hospital y se teme que cientos de familias han perdido sus hogares.
El Centro de Predicción de Tormentas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por su sigla en inglés) señaló que se trató de un tornado de categoría EF4, la segunda máxima, con vientos de hasta 320 kilómetros por hora.
Se da la circunstancia de que en 1999 otro tornado afectó a Moore, destruyó parte de la localidad y mató entonces a 41 personas.
"Lo he perdido todo", contó un hombre a la cadena NBC mientras caminaba entre las ruinas de lo que era una granja de caballos.
Mientras, padres y madres desesperados y entre lágrimas buscaban todavía a sus hijos.
La escuela elemental Briarwood de Moore recibió el impacto directo del tornado, según las autoridades, y Brady, uno de sus alumnos, contó a la emisora local KOCO que él y otros compañeros se refugiaron en un cuarto de baño.
Lando Hite explicó a la cadena local KFOR, afiliada a CNN, que fue "como la película 'Twister' (...) Había caballos y cosas volando por todas partes".
"Estamos haciendo todo lo que podemos para encontrar a los que estén heridos o desaparecidos", declaró por su parte en una comparecencia de prensa la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin.
"Necesitamos muchas oraciones esta noche", añadió la gobernadora.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, habló por teléfono con Fallin tras ser informado de la devastación provocada por el tornado para expresar su preocupación por lo ocurrido y por todos los afectados, según indicó la Casa Blanca.
De acuerdo con Obama, la agencia federal de emergencias (FEMA) ya ha puesto a un equipo de asistencia a disposición de las autoridades locales y estatales para apoyarlas sobre el terreno en todo lo que sea posible.
El gigantesco tornado golpeó a Oklahoma City apenas unas horas después de que en la madrugada del domingo al lunes otros tornados sacudieran el estado y se cobraran la vida de por lo menos dos personas, además de dejar casi una treintena de heridos y unas trescientas casas destruidas.
Estos días, fuertes tormentas de las que emanan los tornados afectan a la región central de EE.UU. y la alerta de las autoridades se extiende por una vasta área del país que comprende desde Texas (al sur) hasta la zona de los Grandes Lagos (norte).
La semana pasada al menos 6 personas murieron tras el paso de varios tornados por la localidad de Granbury y sus alrededores, en el estado de Texas.
Washington (EE. UU.)
Updated: mayo 21, 2013 06:13 a. m.