Un hombre fue sentenciado a cadena perpetua tras ser hallado culpable de asesinar a su esposa poniendo heroína en su plato de cereal.
La historia se remonta a 2014 cuando Jason Harris sirvió la droga en el plato de su compañera sentimental. Luego de eso se fueron a dormir, aunque Christina Harris ya presentaba dificultad para mantenerse en pie.
Al otro día el hombre salió de la casa común y corriente. Para dar credibilidad, llamó a una vecina para decirle que fuera a revisar, pues la esposa no contestaba llamadas ni mensajes y efectivamente la halló muerta.
Tras la autopsia se dijo que había muerto por sobredosis, pero las investigaciones se mantuvieron cuando la familia aseguró que la víctima no consumía drogas. Agentes del caso siguieron esa línea y revisaron leche materna congelada de Christina, quien estaba en su octavo mes de posparto.
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La leche no tenía rastro de droga, así como tampoco la sangre.
Finalmente, Jason Harris fue acusado de asesinato en 2019 tras conocerse que cobró un seguro de vida por 120 mil dólares. También, que nueve días después de la muerte de Christina voló en avión para verse con una mujer con la que había intercambiado 5.800 mensajes de texto y a los dos meses se fue a vivir con ella.
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Jason Harris fue condenado a cadena perpetua por un juez estadounidense por envenenar a su esposa poniendo heroína en su plato de cereal.