Burak Hezar, un inmigrante turco de 20 años, fue acusado de apuñalar a su hermana, de 17 años, y a su madre, de 51, en Texas, Estados Unidos .
El padrastro del hombre fue quien dio aviso a las autoridades luego de encontrar los cuerpos. Inmediatamente Hezar fue vinculado como sospechoso y se dio con su paradero luego de que la Policía rastreara su ubicación por medio de su celular, lo que los llevó al aeropuerto Dallas Fort Worth.
Mientras Hezar estaba en el aeropuerto intentó cancelar su vuelo con destino a California para rentar un auto, lo que llamó la atención de las autoridades aeroportuarias. Mientras eso pasaba, el departamento de Policía emitió una orden de arresto.
Al parecer el viaje había sido planeado con anterioridad e iría a ver a su padre, Rahmi Hezar. El sargento Jon Felty dijo que “el evento fue planeado. Se suponía que debía salir de visita”.
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El hombre de 20 años fue arrestado por los cargos de homicidio en primer grado y se le impuso una fianza de dos millones de dólares.
El abogado de Hezar, John Tatum, aseguró que el padre del hombre le dijo que el joven tenía antecedentes de problemas de salud mental.
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Supuestamente, por esas declaraciones se le realizó un estudio al joven y fue liberado una hora después.
Sin embargo, ni el representante del presunto asesino ni la Policía tienen registro del informe por el que lo dejaron salir de la cárcel.
El padre del joven, Rahmi Hezar, viajó a Turquía para recibir los cuerpos de su exesposa e hija y enterrarlas.