Las dos víctimas del secuestro mortal de Sídney fueron recordadas el martes en un funeral privado, una semana después de que un hombre armado los atacara dentro de una cafetería.
El funeral para Tori Johnson se realizó en una iglesia a la vuelta de la esquina del Café Lindt Chocolat, donde él y otras 17 personas fueron tomadas como rehenes el 15 de diciembre por Man Haron Monis, un hombre de 50 años originario de Irán, un autodenominado clérigo que tenía una gran cantidad de antecedentes penales.
El secuestro terminó 16 horas después cuando la policía entró al café en medio de un tiroteo para liberar a los cautivos. Johnson, el gerente del café de 34 años, y la abogada Katrina Dawson, de 38, murieron junto con Monis, quien iba armado.
Johnson ha sido reconocido por su heroísmo, después de que surgieran reportes no confirmados de que trató de quitarle la pistola a Monis, sacrificando su vida y permitiendo que varias de las víctimas escaparan antes de que entrara la policía.
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La pareja de Johnson desde hace 14 años, Thomas Zinn, y su padre Ken Johnson, ayudaron a cargar el ataúd blanco dentro de la iglesia de St. Stephen donde se realizó la misa.
El funeral de Dawson se realizará un poco después.
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Mientras tanto un grupo de voluntarios retiró miles de arreglos florales enviados por la población cerca del café en la última semana. Las flores se convertirán en un abono que las autoridades australianas esperan usar en un monumento permanente, mientras que las tarjetas y cartas para honrar la memoria de Johnson y Dawson serán preservadas en libros para sus familias.
El monumento permanente se creará después de que las autoridades consulten la medida con las familias, dijo el primer ministro de Nueva Gales del Sur, Mike Baird.