Así se vivió el sismo de magnitud 4,6 que sacudió a Quito

Un sismo de 4,6 grados de magnitud a poca profundidad sacudió con fuerza a la capital ecuatoriana la noche del domingo, dejando tres heridos leves, informaron las autoridades.
El epicentro del movimiento telúrico se produjo a 4,73 kilómetros de profundidad, hacia las 19H22 locales (00H22 GMT), señaló el Instituto Geofísico en su cuenta de Twitter.
En la misma red social el presidente de Ecuador, Rafael Correa, anotó que el epicentro se ubicó en la localidad de Puembo, en el noreste de Quito.
El alcalde de Quito, Mauricio Rodas, reportó en Twitter que había "3 personas con heridas leves por colapso de Iglesia en Chimbacalle (sur)", en la cual se registraron daños en el techo mas no en la estructura.
Asimismo indicó que el aeropuerto internacional de Quito, ubicado en la población de Tababela, estaba operando con normalidad.
La poca profundidad a la que se produjo el sismo hizo que "a pesar de tener una magnitud moderada pueda ser sentido de forma fuerte en la ciudad de Quito y también sentido en forma más leve en las provincias aledañas, por ejemplo, en la provincia de Imbabura o en la provincia de Cotopaxi (centro)", explicó el viceministro de Seguridad Mario Ruiz, en declaraciones al canal ECTV.
El ministro Coordinador de Seguridad, César Navas, señaló que se produjeron deslizamientos de tierra en el norte y sur de la capital.
En algunas viviendas del centro de la ciudad estallaron vidrios y en las calles había personas que salieron de sus casas tras el fuerte temblor, según constató una periodista de la AFP.
"Salí disparada a la calle", dijo a la AFP Zoila Guerrero, cuya suegra, en el momento del temblor gritaba: "ay Dios mío, ay Dios mío que pare".
Ruiz agregó que "este sismo al ser somero puede producir daños muy ligeros, como por ejemplo rotura de vidrios o problemas con las conexiones eléctricas".
A inicios de agosto, Quito fue sacudido por un temblor de 4,7 grados de magnitud, que se produjo a poca profundidad.
El sismo de este domingo ocurre cinco meses después del potente terremoto de 7,8 grados de magnitud que devastó la costa ecuatoriana en abril, dejando más de 600 muertos.
El presidente Correa llamó a los ciudadanos a mantener la calma.
"Quito: no se reportan daños materiales ni personales, excepto un par de derrumbes y caída cielo raso en una iglesia. Ánimo y calma", escribió el gobernante en Twitter.