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La masacre de 16 personas, entre ellas cuatro menores, en la aldea de San Miguel del Ene, un remoto poblado de una zona cocalera peruana, elevó las tensiones políticas, a dos semanas de las elecciones presidenciales.
En el lugar fueron hallados panfletos que llaman a no participar del proceso electoral y califican de “traidor” a quien vote por la derechista Keiko Fujimori.
El comando de las Fuerzas Armadas atribuyó la autoría a remanentes de la organización terrorista Sendero Luminoso, al mando de Víctor Quispe Palomino, alias José. Se reforzaron los patrullajes en el área.
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