El ataque, que no ha sido reivindicado, ocurrió cerca de la localidad de Nasirabad, en el centro de Pakistán, y la bomba estalló al paso del tren, indicó un responsable policial de Dera Murad Jamali, enclave próximo al lugar de la explosión.
No obstante, una fuente de la Policía de Nasirabad había expresado poco después del atentado que la bomba estaba colocada bajo el asiento de uno de los vagones del convoy.
El tren, que se dirigía a la cercana ciudad de Quetta, descarriló a causa de la explosión y cuatro vagones de clase económica volcaron.
Los heridos han sido trasladados a Dera Murad Jamali, situada como Nasirabad en la convulsa provincia de Baluchistán, escenario de las actividades de numerosos grupos armados de diversa índole.
La región ha sido escenario en el último año de otros ataques similares, el último de los cuales ocurrió el pasado agosto en el distrito de Bolan, próximo a Nasirabad y en el que murieron cuatro personas y resultaron heridas unas veinte más.
En ese incidente, los atacantes lanzaron un cohete que detuvo el tren y luego se enzarzaron en un tiroteo con las fuerzas de seguridad llegadas al lugar.
A pesar de haber heredado una buena red ferroviaria del período británico, Pakistán ha ignorado el tren como forma de transporte y hoy apenas una veintena de convoyes circulan a diario por el país a pesar de los planes gubernamentales por revivir el ferrocarril.