La pequeña desapareció el primero de octubre de 2012 cuando jugaba con unos amigos y montaba en bicicleta al lado de su casa en la localidad de Machynlleth (Gales).
Al leer su sentencia, el juez Griffith Williams se refirió a Bridger como a un "mentiroso y pederasta patológico", que además de secuestrar y asesinar a April, "alteró el curso de la justicia al deshacerse, destruir u ocultar el cuerpo".
"No me cabe ninguna duda de que es usted un pederasta, que durante algún tiempo ha albergado fantasías mórbidas y sexuales sobre niñas pequeñas", señaló el juez al comunicar la sentencia.
El caso conmocionó a esa tranquila comunidad del centro de Gales y motivó la mayor operación de búsqueda policial llevada a cabo en el Reino Unido hasta la fecha.
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La menor, cuyo cadáver no ha podido ser encontrado, fue vista por última vez por otros niños en el barrio de Bryn-y-Gog cuando se subía supuestamente al vehículo de Bridger, padre de seis hijos.
En la audiencia celebrada ante la Corte de Magistrados de Mold (Gales), Bridger, el único acusado en relación con el suceso, negó haber asesinado a April, argumentando que la atropelló "de forma accidental" y señaló que estaba demasiado borracho para acordarse de lo que hizo con el cuerpo.
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El hombre también dijo que no podía acordarse de cómo pudo llegar a su domicilio la sangre de April que encontró la policía y aseguró no tener ningún recuerdo sobre la supuesta extensa operación de limpieza que habría llevado a cabo en su casa, presuntamente para eliminar evidencias.
La policía halló además fragmentos de hueso que podían pertenecer a un cráneo humano joven entre las cenizas de una chimenea de la casa de Bridger, así como varios cuchillos, entre ellos uno muy calcinado.
El acusado fue detenido al día siguiente de la desaparición de la pequeña y durante el proceso judicial ha elaborado una "red de mentiras" para encubrir el secuestro de Jones, que sufría una leve discapacidad cerebral, según la acusación.
"Ha desempeñado un juego cruel al fingir que no sabía lo que le hizo y lo que ha hecho con ella. Es un juego para tratar de salvarse a sí mismo", señaló en la vista el abogado de la acusación, Elwen Evans, quien considera que el motivo del crimen fue "sexual".
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Durante el caso, los agentes hallaron imágenes de pornografía infantil en el ordenador de Bridger, así como búsquedas realizadas en internet cuyos descriptores incluían "niñas de cinco años desnudas" o fotos de víctimas de homicidio como las de las pequeñas Holly Wells y Jessica Chapman, asesinadas a manos del conserje de su colegio en 2002.