El fuego en la selva tropical más grande del planeta ha provocado una protesta mundial contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
Las cifras oficiales muestran que 78.383 incendios forestales se registraron en el país suramericano en lo que va del año, el peor registro para ese periodo dese 2013, lo que los expertos atribuyen al avance de la deforestación (el fuego se usa para limpiar las áreas ya deforestadas, para abrir caminos o para preparar la tierra de cultivo).
Según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), un total de 1.663 incendios se declararon entre el jueves y el viernes en Brasil, más de la mitad en la Amazonía, el mayor de los seis biomas del país.
Los datos llegan un día después de que Bolsonaro autorizara por decreto el despliegue de tropas en la Amazonía, incluso en zonas indígenas, para ayudar en el combate a los incendios.
Y, en un discurso en cadena nacional, advirtió que su gobierno tendrá "tolerancia cero" con los delitos ambientales.
La indignación por los incendios ha provocado una oleada de críticas en las redes sociales y en las calles, con miles de personas protestando el viernes en Brasil, otros países de la región e incluso Europa.
A principios de esta semana, Bolsonaro insinuó que las ONGs podrían ser los responsables para llamar la atención en su contra, después de que el gobierno cortara sus fondos.
La creciente crisis provocó que Francia e Irlanda amenazaran con torpedear el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur. Y que Finlandia dijera que propondrá la prohibición de las importaciones de carne de res brasileña al bloque.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo este sábado al llegar a la cumbre del G7 en Biarritz (Francia) que es difícil imaginar que el bloque europeo ratifique un pacto de libre comercio con el Mercosur mientras que Brasil no frene los incendios que asolan la Amazonía, considerada el "pulmón del planeta".
"Por supuesto respaldamos el acuerdo entre la UE y el Mercosur (...) pero es difícil imaginar un proceso de ratificación mientras el gobierno brasileño permita la destrucción" de la Amazonía, dijo Tusk.
Los expertos afirman que el aumento de los incendios se corresponde con el rápido avance de la deforestación en la región amazónica, que en julio se cuadruplicó en comparación con el mismo mes de 2018, según datos del INPE.
Bolsonaro calificó hace semanas de "mentiras" esas cifras y provocó el despido del jefe de la agencia.
El mandatario advirtió el viernes que los incendios no deben usarse como una excusa para castigar a Brasil. "Hay incendios forestales en todo el mundo, y esto no puede usarse como pretexto para posibles sanciones internacionales", dijo.
¿Alguna vez ha sentido que se ahoga? Eso le está pasando hoy a nuestro planeta al quemarse uno de sus pulmones: la Amazonía.
— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) August 22, 2019
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