El colibrí Estrellita Ecuatoriana es el rey del cortejo en las alturas de los páramos andinos, pues, con su canto, el más agudo entre las aves, ha maravillado a la ciencia y a los conocedores.
"En general, en las aves no se esperaba más de 8 a 10 megahercios y este está superando los 13. Entonces, realmente es algo que nos ha sorprendido mucho para un individuo tan pequeño, como es un colibrí, que en este caso mide de 10 a 12 centímetros", dice Efraín Cepeda Durán, director de la Fundación de Conservación Jocotoco.
El Oreotrochilus Chimborazo, conocido comúnmente como Estrellita Ecuatoriana, es el único colibrí que puede vivir hasta a 5.200 metros de altura.
"Aquí nos encontramos a 3.900 metros de altura y realmente la reserva Chakana es un lugar donde puedes observar fácilmente al colibrí Estrellita Ecuatoriana, no en muchos páramos hay chuquiragua. Entonces, es un lugar muy especial para poder observar esta especie y muchas otras", señala Durán.
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La chuquiragua es una planta nativa de los páramos andinos, el lugar donde habita este colibrí. Allí, desafía el frío extremo y enfrenta amenazas contra su vida y su hábitat.
"El páramo en general está muy amenazado. El avance de la frontera agrícola es un tema muy preocupante. Otro de los factores que han incidido mucho, sobre todo aquí en Quito, es el tema de los incendios forestales”, afirma el director de Jocotoco.
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Su canto, que hoy lo cataloga como el contratenor del reino de las plumas, tiene una función.
"Este canto existe con esa función, con la función de comunicarse en contextos sociales específicos, que en este caso es la parte territorial y, más interesante aún, la parte del cortejo hacia las hembras", dice Fernanda Duque, neurocientífica ecuatoriana de la Universidad de Georgia.
En su labor de conquista, sin duda, la Estrellita Ecuatoriana da la nota más alta.
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