Raya El Sagga de Amra es una ciudadana colombo-jordana que fue a Gaza
a visitar a su madre, de 97 años. Hace cinco días hablaba de cómo vivía en la casa de una prima en el sur de la Franja, con 34 familiares, pero ahora “la situación está empeorando mucho, deteriorando mucho. Nosotros estamos sufriendo mucho porque andamos con mucho pánico, mucho bombardeo. Ya es un pueblo oprimido. Ya si quedamos vivos después de ese problema, si Dios quiere salimos vivos, yo creo que vamos a necesitar tratamiento psicológico, un psiquiátrico, qué sé yo”.
Hace poco menos de una semana contaban con servicios básicos, pero ahora “no hay agua ni luz. Mucha gente que está en colegios tirados no tienen ni siquiera para comer porque esa gente no tiene plata y la mayoría de las partes están cerradas, no pueden ni siquiera comprar. La situación es terriblemente mala”, afirmó.
Además, afirma, su familia y ella viven en “pánico” constante por “el bombardeo que se escucha, porque a cada rato, cuando bombardean, usted cree que se va a tumbar la casa encima”.
Entre sus familiares hay diez niños. Sostiene que los más pequeños “gritan, y lloran y tiemblan” con los bombardeos en Gaza. También sufren por lo que “ven en la televisión, las fotos de los muertos que los están enterrando por grupos, cantidad de muertos. Y después de lo que pasó en el hospital, si bombardearon al hospital,
¿qué parte puede estar segura?”.
¿Qué tan cerca les caen las bombas?
“El otro día cayeron como a cuatro casas lejos de aquí. Cuatro casas son como 500 o mil metros, algo así. Cuando cae en eso hace un ruido que tiembla la casa, que parece un temblor”, relató la colombo-jordana.
“Nosotros estamos en una situación demasiado deteriorada. Psicológicamente estamos mal. El miedo que tenemos, el pánico, la falta de luz, la falta de agua, apenas tenemos agua para tomar, no podemos tener agua ni siquiera para lavarnos la cara y eso trae muchas enfermedades”, recalcó.
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Y precisamente, dijo que “cuatro de los niños que tenemos aquí amanecieron con fiebre y con vómito, sin poderlos llevar a cualquier clínica”.
“Por más que yo le explico para decirle cómo está la situación, está peor de lo que yo le digo. Está mucho peor, porque yo no encuentro palabras para describir esta situación”, manifestó.
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Desde Gaza, esta colombo-jornada hace un clamor por ella y su familia: “Necesito salir de aquí y le pido al gobierno, que yo le tengo mucho orgullo, que me saquen de aquí con la forma que ellos puedan. Porque, sinceramente, yo estoy sufriendo mucho, mucho”.
“No sé si me pueden auxiliar”, fue lo último que alcanzó a decir Raya, antes de que se cortara abruptamente la comunicación con Noticias Caracol.