Cristina Fernández rompió 42 días de silencio

Así mismo, se refirió a quienes dudaron de su capacidad de mando justo cuando el rumbo del modelo económico se ha puesto en jaque por una inflación sin freno y la caída de las reservas internacionales.

Fernández, de 60 años, confirmó además que participará el 28 y 29 de enero en Cuba de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en medio de rumores que mencionaban una posible cancelación del viaje por problemas de salud.

La mandataria lanzó en Casa de Gobierno el programa social Progresar, un plan de subsidios para 1,5 millones de jóvenes de 18 a 24 años que no estudian ni trabajan, en su primer discurso del año que fue emitido por cadena nacional.

La última vez que Fernández habló públicamente fue el 10 de diciembre durante la conmemoración del 30 aniversario del regreso de la democracia, un largo silencio que no tenía antecedentes en seis años de gobierno con una fuerte impronta muy personalista y que generó múltiples especulaciones.

La dirigente peronista reapareció con un vestido blanco con detalles en negro. De buen semblante, primero se dirigió al país y luego dio otros dos discursos desde distintos balcones del palacio gubernamental ante cientos de partidarios, en su mayoría jóvenes, ansiosos por reencontrarse con su líder.

"La verdad es que he tenido unas dificultades, pero yo quiera ver cómo estarían muchos si hubieran tenido las mismas dificultades que yo y gobernar el país de 40 millones de argentinos", admitió Fernández, quien al final de su primer mandato sufrió la pérdida de su esposo Néstor Kirchner.

Fernández, con mandato hasta 2015, cuestionó a medios de comunicación críticos del gobierno y dirigentes opositores que, según ella, quisieron "crear una sensación de que yo ya no podía más".

También reivindicó la política social del gobierno, pero no hizo referencia alguna al rumbo económico del país. Este miércoles el peso se devaluó más del tres por ciento respecto al dólar, lo cual no sucedía desde 2002, en plena crisis económica.

"Mañana (por jueves) espero que nadie critique la cadena nacional, porque después de tanta demanda de presencia", ironizó la presidenta. Fernández recordó que tiempo atrás se difundían encuestas en las que "la gente decía que no quería verme y ahora las encuestas son al revés, dicen que quieren que hable. ¿O mentían antes o será que mienten siempre?".

Ausente de la escena política, analistas y opositores pusieron en duda la capacidad de mando de la gobernante en momentos en que se han manifestado con más fuerza algunos problemas como la creciente inflación -que según economistas privados está en 28% anual-, la sangría de las reservas del Banco Central, la deficiente infraestructura eléctrica que ha causado múltiples cortes de luz y los cada vez más insistentes reclamos de aumento salarial de los sindicatos.

También se propagaron rumores sobre su estado de salud y si está realmente recuperada de la operación para drenarle un hematoma craneal a la que fue sometida el 8 de octubre.

Fernández negó que la cumbre del Mercosur prevista para esta semana en Venezuela se haya cancelado por sus supuestos problemas de salud, como especularon algunos medios locales e internacionales. Explicó que obedeció a una cuestión de comodidad para que los presidentes del sur del continente no tuvieran que viajar dos veces al Caribe a fines de este mes para asistir también al cónclave de CELAC en Cuba.

"Se dijo que pedí la postergación por problemas de salud. Algunos caza-bobos que andan por ahí se lo creen. ¿Vos te crees que si realmente todos pudieran distinguir las mentiras hubieran pasado las cosas que pasaron en este país?", se preguntó la mandataria peronista en el pasaje más duro de su alocución ante jóvenes militantes.

"Si Dios quiere, el viernes salimos a Cuba para ir a la CELAC...vamos a ir a proponer importantes temas. Venezuela va a proponer el ingreso de Puerto Rico...y tantos otros temas que vamos a tratar", adelantó Fernández.