De más de 2.5 millones de fieles a solo 10.000: pandemia del COVID-19 afectó peregrinación a La Meca

Este miércoles empezó una muy particular peregrinación a La Meca, o El Hach como se le conoce en el mundo musulmán. Esa visita es un pilar fundamental de la religión islámica, pero, en este año de la pandemia del coronavirus COVID-19, ha tenido que cambiar muchas cosas.

Este año, la peregrinación a La Meca, en Arabia Saudita, no pudo ser como ocurrió en el anterior, cuando una gran multitud le dio las siete vueltas a la Kaaba en el denominado Tawaf.

En esta ocasión, los fieles tuvieron que entrar con distanciamiento físico, acompañados por guías y en fila india justamente a la Kaaba, la construcción cúbica que se encuentra en el centro de la gran mezquita de La Meca, el más sagrado de los lugares del Islam.

“Es una bendición de Allah. En este momento, hacemos Tawaf con distanciamiento físico y tenemos que usar nuestras máscaras”, dijo Ata Yahra, peregrina indonesia.

Y es que este año solo participan entre 1.000 y 10.000 peregrinos residentes en el reino, seleccionados con anterioridad, en contraste con los 2.5 millones que hicieron parte del rito el año pasado.

“Estoy sinceramente feliz de tener esta oportunidad entre millones de peregrinos. Es una bendición que Dios permitiera que participara en este Hach", señaló Ahmat Bachir, peregrino de la república centroafricana.

Esta vez, los participantes tampoco pudieron tocar la Kaaba y fueron vigilados por policías y agentes oficiales. Además, tuvieron que someterse a controles de salud y guardaron cuarentena tras su llegada a La Meca el fin de semana.

Su equipaje fue cuidadosamente desinfectado y a algunos les pusieron pulseras para vigilar sus desplazamientos. Al acabar la peregrinación, deberán guardan nuevamente una cuarentena.