Desaparecen 700 fusiles decomisados por autoridades de Honduras

Al menos 700 fusiles Ak-47 y otras armas cortas han desaparecido en los últimos siete años de una bodega de la extinta Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI) de la Policía de Honduras, confirmó hoy una fuente oficial.

"Las armas podrían estar en manos de civiles o de personas que están reñidas con la ley", dijo el director ejecutivo de la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP), Óscar Vásquez, quien confirmó la versión sobre la desaparición de las armas difundida hoy por un diario hondureño.

Vásquez señaló que las autoridades investigan el hecho desde 2012 pero que la irregularidad se viene dando desde 2008.

"No se tomaron las medidas necesarias y al final desencadenó en el extravío total de todo el inventario de las armas", subrayó el director ejecutivo de la DIECP, en declaraciones a la Radio HRN, que transmite en Tegucigalpa.

Los fusiles fueron sustraídos de una bodega de la desaparecida DNSEI en Tegucigalpa, a las que se accede bajo rigurosos controles de seguridad.

En el lugar se resguardaban armas incautada al crimen organizado, fusiles en desuso de la Policía Nacional y armamento de ciudadanos entregado voluntariamente.

El director de la DIECP explicó que la investigación iniciada en 2012 estaba encaminada a "identificar a las personas responsables de la Dirección (policial), los encargados de bienes materiales y las personas que tenían la custodia de las armas".

Indicó, además, que el informe sobre el extravío de fusiles fue remitido, en fecha que no precisó, al Ministerio Público (MP-Fiscalía), que hasta ahora no dado detalles del caso.

A finales de 2011, durante la administración de Porfirio Lobo, se produjo otro extravío similar en la unidad especializada "Cobras", de la Policía hondureña, de 300 fusiles FAL y 300.000 proyectiles calibre 5.56 milímetros, sin que hasta ahora las autoridades hayan informado quiénes fueron los responsables de ese hecho.