Un incendio en el campamento Laguna Verde en la ciudad de Iquique, en Chile, se propagó sin control. Una espesa columna de humo se elevó entre las viviendas de este asentamiento, decenas de casas quedaron en cenizas.
Las personas intentaban sacar de sus humildes viviendas lo que podían, pero las llamas se apoderaron del lugar.
Por otra parte, varias bomberos y distintos cuerpos de rescate enfrentaron dificultades, pues trabajan en un terreno que no ha sido fácil.
Medios locales aseguraron que al acceso es complicado, no solo por la magnitud de las llamas y por las condiciones de la comuna, donde hay poca disponibilidad de agua y solo hay una calle pavimentada, sino también porque habitantes del lugar han opuesto resistencia a la entrada de las autoridades e incluso han amenazado a los bomberos.
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Además, muchas de estas casas usan llantas para construir sus terraplenes lo que ha servido de combustible para la propagación del fuego.
Las autoridades adecúan albergues para los damnificados y se ha elevado la alerta amarilla para desbloquear recursos que permitan ayudar a las muchas familias que lo han perdido todo.
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