Fue condenada a 21 años, pero los padres creen que merecía más de un siglo tas las rejas. Un detalle despertó la desconfianza de los acudientes.
La mujer logró actuar durante años con total impunidad, hasta que algunos padres desconfiaron de la restricción que ella les daba para no ir a visitarlos durante algunas horas.
La procesada, January Neatherlin, era la propietaria del jardín Little Giggles ubicado en Bend Oregon, Estados Unidos.
La justicia norteamericana concluyó que Neatherlin se hizo pasar por enfermera para obtener la licencia de manejar el jardín infantil.
Mientras los niños eran víctimas del somnífero, ella aprovechaba para irse a trotar a un gimnasio donde ocasionalmente también se bronceaba.
“Ni un siglo es suficiente”, dijo uno de los padres a los que la mujer drogó.
La mujer ocasionalmente presumía de su buen estado físico y atractiva figura en publicaciones que hacía en redes sociales.
Tras verse acorralada por la evidencia, Neatherlin se acogió a 11 cargos de maltrato en primer grado, así como a una imputación por asalto en tercer grado.
Inicialmente, las autoridades pidieron 35 años de cárcel para la mujer.
La detención de la indolente e irresponsable mujer fue posible gracias a la información que suministraron un exnovio y una excompañera de apartamento.
Updated: marzo 13, 2018 12:01 a. m.