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El expresidente peruano Pedro Pablo Kuczynski seguirá detenido y puede pasar a prisión

El expresidente peruano Pedro Pablo Kuczynski seguirá detenido y puede pasar a prisión

Perdió la apelación para recuperar su libertad tras haber sido detenido el pasado miércoles por un presunto lavado de dinero en el caso Odebrecht.

La Primera Sala Penal de Apelaciones Nacional Permanente Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios desestimó el recurso interpuesto por Kuczynski, pero aceptó liberar a su secretaria Gloria Kisic y su chófer, José Luis Bernaola, quienes hasta ahora estaban arrestados junto al exmandatario.

Los tres están imputados por supuestamente haber lavado dinero de posible origen ilegal de la constructora brasileña Odebrecht a través de consultorías a nombre de Westfield Capital, la empresa de Kuczynski registrada en Estados Unidos, cuando este era ministro del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006).

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La Fiscalía sospecha que las consultorías, que ascendieron a 782.000 dólares entre 2004 y 2007, son supuestamente unos pagos con apariencia de legalidad para obtener los favores de Kuczynski en la adjudicación de grandes obras públicas cuyas licitaciones obtuvieron mediante sobornos.

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Concretamente Kuczynski está investigado por las adjudicaciones del proyecto de irrigación Olmos y la carretera interoceánica del sur, por la que Toledo recibió supuestamente 20 millones de dólares en sobornos.

Los jueces argumentaron que la detención es una medida razonable ante la existencia de indicios que evidencian la presunta comisión del delito y la constatación de que Kuczynski no ha ayudado a ubicar a otra de las personas investigadas, lo que se ha considerado como un intento de perturbar la investigación.

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Al inicio de la audiencia, los fiscales a cargo del caso anunciaron que solicitarán la medida de prisión preventiva contra Kuczynski para que permanezca recluido hasta que concluyan las indagaciones o hasta la eventual celebración de un juicio.

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En su alegato para pedir al tribunal que lo deje libre, Kuczynski reiteró su inocencia sobre los cargos que le imputan, defendió su disposición a colaborar con las investigaciones y acusó a la Fiscalía de copiar los argumentos del informe de la comisión parlamentaria Lava Jato, dirigida por la oposición fujimorista.

"Me han destruido mi reputación de 60 años de trabajo. Me da vergüenza realmente haber sido presidente de un país donde llegamos a estos niveles. Realmente me hace llorar en mi corazón ver esto a mi edad", dijo Kuczynski, de 80 años, ante los magistrados.

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El expresidente lamentó que desde que abandonó la jefatura del Estado no le han dejado salir del país incluso cuando pidió permiso para ir a Estados Unidos para revisar una válvula que lleva en el corazón. "Tendré que ir en algún momento, porque sino seré un cadáver", apostilló.

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También afirmó que le han dejado sin fondos al tener las cuentas congeladas después de que en el último día de su mandato pagara 822.000 soles (unos 250.000 dólares) en impuestos a la agencia tributaria, una transacción que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) calificó de sospechosa.

"¡Qué vergüenza que se acuse a alguien por pagar sus impuestos!", aseveró Kuczynski, uno de los cuatro expresidentes peruanos imputados por el caso Odebrecht, junto a Toledo, Alan García y Ollanta Humala.

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La empresa brasileña pagó sobornos en una docena de países de Latinoamérica, y en Perú también estuvieron acompañados de donaciones irregulares a las campañas electorales de los principales candidatos, como presuntamente ocurrió con Keiko Fujimori, quien desde noviembre está en prisión preventiva.

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La revelación de los vínculos de Odebrecht con Kuczynski provocó en marzo de 2018 su salida del sillón presidencial ante la presión del fujimorismo, que también denunció una presunta compra de votos de parlamentarios para intentar evitar su destitución. 

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