Una preocupación especial se centra sobre los derechos de las mujeres afganas tras el retorno de los talibanes al poder , ya que la ausencia de los radicales les permitió trabajar, salir solas de casa y estudiar, conquistas que están en peligro latente de desaparecer ante la represión talibán.
“Temo por mí misma, por mi vida, por mi libertad para trabajar y por mi libertad para hablar. No sabemos si a las mujeres se les permitirá trabajar, si tendremos el derecho a la participación política, social, económica, el acceso a la educación y estas son todas las cosas que temo ”, expresó Farzana Kochai, una parlamentaria afgana.
Un posible retroceso de esas conquistas, traducida en libertades, que ganaron desde que los insurgentes dejaron de gobernar en 2001.
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“Para mí, para ti, para todos, si no puedes trabajar, no puedes hablar, no puedes salir, esa no será una buena vida la que estás teniendo, no puedes definirla como una vida totalmente”, agregó la parlamentaria Kochai.
Hay miedo de que retorne esa época oscura en la que no podían salir de casa sin la compañía de un hombre y estaban obligadas a usar la burka, un temor que se extiende incluso entre las afganas en el exterior.
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“Los sueños de todas las mujeres y niñas que viven en Afganistán se hacen añicos. Quieren que las mujeres estén confinadas en sus casas y que no salgan a trabajar”, manifestó Kamillaa Alamgir, una mujer afgana que reside en India.
Desde Kabul, Farzana Kochai prevé dos posibles escenarios: el más radical y el menos deseado, el que les arrebatan todo, y otro un poco menos aterrador en el que les permitan trabajar, estudiar, pero les impondrán algunas limitaciones.
Limitaciones que se puede leer entre líneas con el pronunciamiento reciente de un vocero de los talibanes. “Nosotros reconocemos los derechos de las mujeres como parte de las reglas islámicas y eso es el derecho a la educación y la burka”, afirmó Suhail Shaheen, negociador y portavoz talibán.
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La incertidumbre por el futuro de las afganas crece, no solo al interior del país, también en el mundo que mira expectante el futuro de sus derechos.
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