El embajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Arturo McFields, se rebeló este miércoles, 23 de marzo de 2022, contra el gobierno de Daniel Ortega, con un duro e inesperado alegato en el que denunció la "dictadura" de su país y exigió la liberación de los opositores presos.
Lo que iba a ser una sesión telemática ordinaria del Consejo Permanente de la OEA se convirtió en una histórica reunión cuando el representante nicaragüense, nombrado por Ortega en octubre pasado, pidió la palabra.
"Tengo que hablar, aunque tenga miedo, aunque mi futuro y el de mi familia sean inciertos. Tengo que hablar porque, si no lo hago, las piedras mismas van a hablar por mí", declaró.
McFields dijo tomar la palabra "en nombre de más de 177 presos políticos y más de 350 personas que han perdido la vida" en Nicaragua desde 2018.
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"Denunciar la dictadura de mi país no es fácil, pero seguir guardando silencio y defender lo indefendible es imposible", prosiguió el embajador.
Criticó que Nicaragua sea el "único país de Centroamérica" donde no hay separación de poderes, elecciones creíbles, partidos políticos independientes, organismos de derechos humanos ni periódicos impresos.
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Denunció que el gobierno de Ortega ha cerrado 137 ONG y lamentó que 170.000 nicaragüenses hayan tenido que huir del país.
Sin embargo, opinó que "hay esperanza", porque, según dijo, "la gente de adentro del Gobierno y de afuera está cansada de la dictadura".
"Cada vez van a ser más los que digan basta, porque la luz siempre puede más que las tinieblas", sentenció.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, reconoció la valentía del diplomático y le ofreció garantizar su protección.