Fueron rescatados por las Fuerzas Democráticas Sirias. Cada vez son menos los rehenes del grupo terrorista, que permanece atrincherado en su último reducto.
Las fuerzas kurdo-árabes apoyadas por ataques aéreos estadounidenses, evacuaron este lunes a más civiles del último bastión del grupo Estado Islámico (EI), en el este de Siria, donde ya hay denuncias de uso de "escudos humanos".
Después de la evacuación de miles de civiles en estos últimos días, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) retomaron el viernes la ofensiva contra los combatientes del EI, arrinconados en un área de la ciudad de Baghuz, en la provincia de Deir Ezzor, en los confines orientales de Siria.
Tras conquistar la mayor parte de la ciudad, los combatientes kurdos y árabes limitaron el territorio aún bajo control del EI a un grupo de casas junto a un campamento improvisado.
"Más de 800 personas dejaron Baghuz desde ayer, sobre todo familiares de los yihadistas y combatientes que se rindieron", indicó una portavoz de las FDS, que pidió el anonimato.
Desde una posición de las fuerzas kurdo-árabes, un corresponsal de la AFP pudo ver a un grupo de hombres arrodillándose y subiendo a camiones, y a mujeres vestidas completamente de negro junto con niños.
Previamente, decenas de camiones vacíos se habían dirigido a Baghuz, un nuevo convoy de 40 vehículos para transportar a los civiles atrapados en el reducto, indicó un conductor.
Un comandante de las FDS explicó a la AFP este lunes que "hubo una desaceleración de las operaciones, (porque) hay familias de (miembros del) EI que han salido", y se hizo eco de acusaciones contra los yihadistas de utilizar a civiles como "escudos humanos".
Este lunes, el reducto fue blanco de tres bombardeos aéreos que dejaron tras de sí espesas humaredas. Dos imponentes banderas de las FDS ondeaban en lo alto de una colina reconquistada por las fuerzas antiyihadistas.
En tanto, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) confirmó una "desaceleración de los combates en las últimas horas" y dijo esperar que se establezca "una tregua para evacuar heridos, familiares de los yihadistas, y civiles o yihadistas que pretendan rendirse".
Colapso del califato
Con esta ofensiva, las FDS han lograron controlar 13 posiciones del EI, al tiempo que una parte del campamento provisional fue ya destruido.
Según el OSDH, hasta ahora siete soldados de las FDS resultaron muertos en los combates, así como 18 yihadistas caídos en el campo de batalla o como suicidas.
Unas 53.000 personas, en su mayoría familiares de los combatientes del EI, ya salieron del reducto yihadista desde diciembre. En esa multitud, unos 5.000 combatientes que trataban de huir mezclados entre los desplazados fueron identificados y arrestados.
La gran mayoría de los evacuados ha sido transferida al campamento de desplazados de Al Hol, al norte de Baghuz, donde se hacinan en condiciones críticas.
Después de un crecimiento vertiginoso en 2014, el EI había proclamado un "califato" que cubría un enorme territorio a caballo entre Siria e Irak, donde aplicó una interpretación radical del islam.
Sin embargo, ante continuas ofensivas militares el territorio del "califato" se redujo drásticamente, al punto de haber quedado actualmente limitado a las posiciones en una parte de Baghuz.
Diálogo entre EE. UU. y Rusia
La caída del reducto de Baghuz significaría el fin territorial del califato de EI. Ese grupo ya fue expulsado de Irak en 2017, y actualmente planifica su supervivencia como organización clandestina.
Las Fuerzas Armadas estadounidenses han advertido que, sin una acción sostenida contra EI, esa organización radical necesitaría apenas entre 6 y 12 meses para un resurgimiento.
La batalla contra el EI representa en la actualidad el principal frente de la guerra de Siria, que ya ha dejado unos 360.000 muertos desde 2011. En la actualidad, el gobierno de Damasco ya recuperó el control de aproximadamente dos tercios del territorio del país.
Paralelamente a la ofensiva contra el EI, los jefes de Estado Mayor de Rusia y Estados Unidos, Valeri Guerassimov y Joe Dunford, se reunieron este lunes en Viena, Austria, para discutir la continuidad de las operaciones en Siria, donde Washington pretende dejar una "fuerza residual".
Desde la entrada de Rusia en este conflicto, en 2015, Moscú y Washington mantienen contacto permanente para dividirse sus zonas de operación, para evitar incidentes directos entre ellos.
Updated: marzo 04, 2019 02:58 p. m.