En la ropa y en la piel, los venezolanos muestran el rastro del hambre

Dos plátanos cuestan el 10% de la mesada de una pensionada y un kilo de yuca está en 40.000 bolívares. La pérdida de pesos en muchos ciudadanos.

El costo de los alimentos se ha disparado en más de 3000%, tanto que comprar dos plátanos para una persona equivalen al 10 % de una pensión mensual.

En los supermercados los estantes están vacíos. Un kilo de yuca vale 40 mil bolívares.

“Deprimente señora no sé qué vamos a hacer aquí nos vamos a morir de hambre todos, no nos alcanza ni siquiera para lo básico”, asegura Carmen García, ciudadana venezolana.

Para cubrir el costo de la canasta básica se requieren, según el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores, 93 salarios mínimos. Por eso, la clase media está apelando a vender sus bienes.

Ciudadanos con fotos en mano cuentan de la transformación física que han vivido por cuenta de la falta de alimentos.

“He perdido como 20 kilos, porque estoy pasando hambre no tengo donde comprar comida y todo esta caro”, dice Enrique Vera, trabajador venezolano.

Ante la situación, Unicef lanzó una alerta para que el Gobierno agilice una respuesta por el crecimiento de la desnutrición infantil.