Dave Smith, un jubilado británico de 72 años, ha sido el caso de coronavirus más largo conocido hasta el momento. Smith tuvo COVID-19 durante 305 días, se realizó decenas de pruebas PCR y su esposa se le organizó un funeral 5 veces por el estado de salud tan complicado que llegó a presentar.
El hombre contó al medio The Guardian que “siempre me iba mal, me iba muy mal, hasta las puertas de la muerte”.
Incluso, reveló en broma, “llamé a toda la familia para hacer las paces. Ojalá hubiera mantenido la boca cerrada”.
La primera prueba positiva de Smith fue en mayo de 2020, pero los médicos especulan que el primer contagio fue seis semanas antes, esto por los síntomas que había presentado.
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Tras su primera prueba, el hombre fue internado en un centro médico y diez días después fue dado de alto a pesar de presentar “una gran disnea y progreso con deterioros agudos asociados con fiebre”.
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Adicionalmente, recibió tratamiento con anticuerpos monoclonales y con anticuerpos diseñados en laboratorio, explicó la universidad de Bristol.
Smith tenía antecedentes de neumonitis por hipersensibilidad, lo que se resume en una enfermedad pulmonar que le causaba inflamación. También, sufría de leucemia linfocítica crónica, un tipo de cáncer que afecta los glóbulos blancos.
“Mi esposa comenzó a organizar un funeral cinco veces”, contó.
Actualmente Smith se encuentra estable y su caso es objeto de estudio en Inglaterra . Expertos esperan que los hallazgos de este caso permitan realizar ensayos y mejorar los tratamientos para erradicar el virus Sars-Cov-2.
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