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El avión del papa León XIV aterrizó este jueves en el Aeropuerto Internacional de Ankara (Turquía), dando inicio a la primera visita de su papado a Turquía y Líbano, que se extiende desde este 27 de noviembre hasta el 2 de diciembre. A su llegada, el pontífice fue recibido con honores militares al bajar del avión y por el ministro de Cultura y Turismo de Turquía, Mehmet Nuri Ersoy.
Tras la bienvenida oficial en el aeropuerto, un convoy papal se dirigió al Mausoleo de Mustafa Kemal Atatürk (1881-1938) en Ankara, dedicado al fundador del Estado laico moderno de Turquía. Debido a esta visita, las autoridades turcas implementaron extensivas medidas de seguridad, con algunas calles de la capital cortadas al tráfico desde las primeras horas de la mañana.
Posteriormente, tendrá lugar una ceremonia de bienvenida en el palacio presidencial y una reunión con el presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan. El Papa también se reunirá hoy con autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático acreditado en Ankara, ocasión en la que pronunciará su primer discurso. Finalmente, abandonará la capital turca para volar a Estambul, donde continuará su viaje.
El motivo principal del viaje de León XIV a Turquía es acudir a Iznik, la antigua Nicea, para la celebración de los 1.700 años del primer concilio de la cristiandad. Durante este primer viaje, el Papa pronunciará nueve discursos, cinco saludos y dos homilías, y hablará inglés en los actos y francés para las liturgias.
En su primer discurso en Turquía, en presencia del presidente Erdogan, el papa León XIV hizo un llamado urgente: afirmó que se necesitan "más personas que favorezcan el diálogo y lo practiquen con firme voluntad y paciente tenacidad" ante la deriva de los conflictos globales.
El pontífice advirtió sobre la situación actual: "Tras la época de construcción de las grandes organizaciones internacionales que siguió a las tragedias de las dos guerras mundiales, estamos atravesando una fase de fuertes conflictos a nivel global, en la que prevalecen las estrategias de poder económico y militar, alimentando lo que el papa Francisco llamaba 'la tercera guerra mundial a pedazos’”.
Destacó que el futuro de la humanidad está en juego, ya que los recursos y las energías absorbidas por esta "dinámica destructiva" se sustraen de los verdaderos retos que la familia humana debe afrontar unida: "la paz, la lucha contra el hambre y la miseria, la salud, la educación y la salvaguarda de la creación".
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Finalmente, el Papa ofreció el trabajo de la Santa Sede, que, "con su única fuerza que es la espiritual y moral, desea cooperar con todas las naciones que se preocupan por el desarrollo integral de cada hombre y de todos los hombres y las mujeres". También pidió "trabajar juntos" para que la evolución tecnológica evite acentuar las injusticias, señalando: "De hecho, incluso las inteligencias artificiales reproducen nuestras preferencias y aceleran los procesos que, a fin de cuentas, no son las máquinas, sino la humanidad quien los ha emprendido".
EFE