Director decidió no aislar a pacientes terminales para que sus seres queridos, con estrictas medidas de bioseguridad, les den el último adiós.
Miles de contagiados con coronavirus han muerto en medio de la soledad de un cuarto de hospital, en donde los únicos testigos son los aparatos a los que están conectados.
Por ello, el director del centro médico Sourasky, en Israel, se resistió a aceptar que sus pacientes murieran solos y, mientras en el mundo los hospitales prohíben las visitas de los seres queridos a enfermos de coronavirus, él las permite, pero con estrictas medidas de seguridad, como traje antifluidos y máscara.
Entre lágrimas, canciones y video llamadas de los están lejos, así parten muchos seres queridos.
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Por fortuna, en medio de la pandemia también hay esperanza y se celebra la vida de los que ganan la batalla:
¡Batalla ganada! Historias de jóvenes y adultos que han vencido al enemigo del momento, el COVID-19