Bud, un loro africano de 21 años, podría ser testigo clave para aclarar la muerte de Martin Duram, un hombre que resultó muerto en su casa con cinco disparos. Un año después, el ave podría ayudar a resolver el misterioso crimen.
El fiscal del caso analiza la posibilidad de que una grabación en la que se ve al animal repitiendo “no me dispares”, imitando la voz de su propietario, sirva como prueba para demostrar la culpabilidad de la esposa.
El loro actualmente vive con una exesposa del fallecido y constantemente tiene episodios en los que parece recordar el momento exacto en que Duram, de 45 años, fue atacado.
“Tuve que escuchar el video una y otra vez y dije ¡Oh, Dios mío! ¿Qué está diciendo?”, declaró la excompañera sentimental. Por su parte, Obert Springstead, fiscal del caso, dijo: “Vamos a determinar si es fiable utilizarlo en última instancia, Vamos a ver si realmente necesitamos esa pieza de información para procesar el caso”.
Publicidad