El hombre, apellidado Chen, sufrió un accidente de carro en agosto de 2011 y fue ingresado en el hospital Jingmei de la capital china para recibir tratamiento, informaron medios locales.
A pesar de que le dieron el alta un mes después, tuvo que volver a ser ingresado durante otros tres meses debido a un fuerte dolor en las piernas, aunque transcurrido este periodo de tiempo los doctores le dieron el visto bueno para regresar a casa.
Chen, sin embargo, insistió en que padecía mucho dolor y que era incapaz de ponerse en pie debido a una trombosis venosa profunda -enfermedad que suele aparecer a menudo en pacientes que no se levantan de la cama durante mucho tiempo- e incluso no asistió a la boda de su hijo por permanecer en el hospital.
El paciente, que no tenía ningún tipo de ingresos, se negó en repetidas ocasiones a abandonar el centro y acumuló una factura médica de 2 millones de yuanes (aproximadamente 285.700 euros), que nunca llegó a pagar, explicó un médico del hospital, Zhang Jinying, al diario China Youth Daily.
El hospital decidió llevar el caso a los tribunales y aunque Chen alegó inicialmente que el centro había falsificado los resultados de su estado de salud, la justicia ordenó que el paciente debía abandonar el lugar.
Las autoridades llegaron al hospital el martes por la tarde y se encontraron a Chen encadenado a la cama, lo que obligó a la policía a romper el candado y a sacar al paciente de la clínica en una silla de ruedas bajo supervisión oficial.
Updated: febrero 11, 2015 04:34 p. m.