El anuncio se produce en momentos en que Google Inc. se apresta a hacer que las Google Glass estén disponible para el público más tarde este año. En la actualidad, solo pueden ser utilizadas por las decenas de miles de personas que las están probando y creando software para ellas.
Glass es básicamente una pequeña computadora, con una cámara y una pantalla sobre el ojo derecho del que la lleva. El aparato queda aproximadamente a nivel de las cejas, ligeramente más arriba de donde irían los lentes.
Permite a los usuarios navegar internet, buscar direcciones y tomar fotos o videos. Similar a portar un teléfono multiusos sin necesidad de llevarlo en la mano, permite a la gente leer el correo electrónico, compartir fotos en Twitter y Facebook, traducir frases mientras viaja o participar en charlas en video. Glass obedece algunos comandos orales básicos, pronunciados tras las palabras "OK, Glass".
El aparato en sí no va a cambiar. Más bien, Google planea lanzar varios aditamentos para personas que usan gafas recetadas por un oftalmólogo o de sol. La compañía de Mountain View, California, ofrece ahora cuatro estilos de armazón para lentes y dos tipos nuevos de gafas oscuras, además de los que ya había disponibles.
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Los armazones cuestan 225 dólares y los cristales opacos 150. Eso es adicional a los 1.500 dólares que vale el Glass.
Los usuarios pueden llevar las armazones a cualquier óptica para que les ajusten los lentes recetados por el médico. Google dice que está trabajando con Vision Service Plan, una aseguradora, con el fin de entrenar a ópticas en todo Estados Unidos para que trabajen con Glass.
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Agregó que algunos planes de seguros podrían cubrir el costo de los armazones. VSP, que proporciona cobertura a 64 millones de personas en el país, también va a proveer cobertura para armazones y lentes como parte de su asociación con Google.
Isabelle Olsson, la principal diseñadora de Google Glass, dijo que las nuevas armazones abren el uso del aparato a una audiencia mayor.
Olsson mostró las nuevas armazones la semana pasada en el Google Glass Basecamp, en la ciudad de Nueva York. Es uno de esos lugares a donde los usuarios de Google Glass van a recoger los aparatos y a aprender cómo usarlos.
Dijo que Google no podrá competir con los miles de estilos ofrecidos por las tiendas típicas de gafas. En lugar de ello, los diseñadores de Glass analizaron qué tipos de anteojos son más populares y cuáles se ven mejor.
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"La gente necesita poder escoger", manifestó Olsson. "Estos productos tienen que ajustarse al estilo de vida de cada quien".
Nueva York, EE. UU.
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